MUJER SE REÍA DE DIOS TODOS LOS DÍAS HASTA QUE UN DÍA EL SEÑOR LE ENSEÑÓ UNA LECCIÓN...

Adriana siempre ridiculizó la fe de su empleada, Beatriz, sin imaginar que el destino tenía sus propios planes. Beatriz, una mujer humilde pero devota, soportaba las burlas diarias mientras seguía rezando por la salud de su familia. La tragedia golpeó inesperadamente cuando Blanca, la hija de Adriana, sufrió un accidente devastador en la floristería. La risa de Adriana se apagó cuando vio a su hija al borde del final, y las oraciones que tanto había despreciado se convirtieron en su única esperanza. Una historia con arrogancia, fe y la poderosa lección que el destino tenía reservada para Adriana. ¿Puede la desesperación cambiar un corazón endurecido? Una madre aprende, de la manera más dolorosa, el verdadero valor de la fe y la humildad...

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