Jeremías, la grandeza de conocer a Dios. Libro de Jeremías. Episodio 7

(Jer 9.23-24) “Así dijo Jehová: No se alabe el sabio en su sabiduría,
ni en su valentía se alabe el valiente, ni el rico se alabe en sus riquezas. Mas alábese en esto el que se hubiere de alabar: en entenderme y conocerme...”

Pasaje bíblico: Jeremías 9.3-6,9,12,23-24

Los valores y prioridades de muchas personas, especialmente de aquellos que no conocen a Dios, giran en torno a las cosas materiales, terrenas y temporales, de este mundo. Esto les lleva a afanarse y a esforzarse por lograr multitud de cosas que sólo sirven para su disfrute en esta vida presente y, muchas veces, ni siquiera para ello. El profeta Jeremías habla en su libro de tres de estas cosas que persiguen los hombres para sentirse superiores a los demás: la adquisición del conocimiento y de la sabiduría terrena extrema; el valor heroico mostrado en la guerra o en competiciones humanas; y, sobre todo, la acumulación obsesiva de bienes y posesiones terrenas. Poseer alguno o varios de estos bienes, considerados de prestigio, hace que las personas se sientan grandes e importantes ante los ojos de los demás. En contraste con las cosas mencionadas, el profeta Jeremías nos habla de algo inmensamente valioso, de hecho nos habla de lo más valioso que puede encontrar una persona, el conocimiento de Dios...