Nadie controla a Tauro

El Tauro, en el zodiaco occidental, es conocido por su naturaleza firme, decidida y persistente. Se le asocia con la Tierra, lo que le otorga una inclinación hacia lo tangible, lo práctico y lo estable. Sin embargo, como todos los signos, el Tauro no es inmune a las influencias y los controles externos, aunque en su caso, estos pueden ser más sutiles y menos evidentes debido a su carácter obstinado y su resistencia al cambio.

La influencia de Venus, el planeta regente de Tauro, juega un papel fundamental en su comportamiento y sus deseos. Venus, que en la mitología romana es la diosa del amor y la belleza, infunde en Tauro un amor profundo por el placer, el confort y la belleza. Este planeta dirige los gustos de Tauro hacia lo estético y lo sensorial, controlando su inclinación por lo que es visualmente atractivo, delicioso al paladar o suave al tacto. La necesidad de estar rodeado de belleza y lujo puede llevar a un Tauro a buscar la seguridad y la estabilidad material como un medio para satisfacer estos deseos, lo que a su vez, lo hace vulnerable a la manipulación a través de estas necesidades.