Cultivo del Mangostan para la exportación

El mangostán (Garcinia mangostana) es un árbol frutal verdaderamente tropical. El árbol se cultiva en Tailandia, Vietnam, Birmania, Filipinas y el suroeste de la India. Se ha intentado cultivarlo en los Estados Unidos (en California, Hawai y Florida), Honduras, Australia, África tropical, Dominicana, Jamaica y Puerto Rico con resultados extremadamente limitados. El árbol de mangostán es de crecimiento lento, de hábitat erguido, con una corona en forma de pirámide. El árbol crece hasta una altura de entre 6 y 25 m. (20-82 pies) con una corteza exterior casi negra y escamosa y un látex gomoso y extremadamente amargo contenido en el interior de la corteza. Este árbol de hoja perenne tiene hojas cortas de tallo, verde oscuro, oblongo y brillante en la parte superior y verde amarillento y opaco en la parte inferior. Las hojas nuevas son de color rojo rosado y oblongas.

La respuesta a "cómo cultivar árboles frutales de mangostán" es que probablemente no puedas. Como se mencionó anteriormente, se han intentado muchos esfuerzos para propagar el árbol por todo el mundo con poca suerte. Este árbol amante de los trópicos es un poco quisquilloso. No tolera temperaturas por debajo de los 40 grados F. (4 C.) o por encima de los 100 grados F. (37 C.). Incluso las plántulas de los viveros mueren a 45 grados F. (7 C.). Los mangostanes son exigentes en cuanto a la elevación, la humedad y requieren una precipitación anual de por lo menos 50 pulgadas (1 m.) sin sequía. Los árboles prosperan en suelos orgánicos profundos y ricos, pero sobreviven en suelos arenosos o arcillosos que contienen material de curso. Mientras que el agua estancada matará a las plántulas, los mangostanes adultos pueden sobrevivir, e incluso prosperar, en regiones donde sus raíces están cubiertas de agua la mayor parte del año. Sin embargo, deben estar protegidos de los fuertes vientos y de la niebla salina. Básicamente, debe haber una tormenta perfecta de componentes cuando se cultivan árboles frutales de mangostán. La propagación se hace a través de la semilla, aunque se han intentado experimentos con injertos. Las semillas no son realmente semillas verdaderas sino tubérculos hipocóticos, ya que no ha habido fertilización sexual. Las semillas necesitan ser usadas cinco días después de ser extraídas de la fruta para propagarse y brotarán dentro de 20-22 días. La plántula resultante es difícil, si no imposible, de transplantar debido a una raíz primaria larga y delicada, por lo que debe iniciarse en un área donde permanecerá por lo menos un par de años antes de intentar un transplante. El árbol puede fructificar en siete a nueve años, pero más comúnmente a los 10-20 años de edad. Los mangostanes deben ser espaciados 35-40 pies (11-12 m.) aparte y plantados en 4 x 4 x 4 ½ (1-2 m.) fosos que se enriquecen con materia orgánica 30 días antes de la plantación. El árbol necesita un sitio bien irrigado; sin embargo, el tiempo seco justo antes de la época de floración inducirá un mejor cuajado de frutos. Los árboles deben plantarse a la sombra parcial y alimentarse con regularidad. Debido al látex amargo que exuda la corteza, los mangostanes rara vez sufren de plagas y no suelen estar plagados de enfermedades.