Cómo resolver conflictos con nuestros hijos

Hola!! Mi nombre es María y soy Psicóloga y directora de un centro de Psicología infantil y juvenil.

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Es normal que padres e hijos tengan visiones diferentes acerca de cómo deberían ser las cosas, así como intereses, necesidades y deseos contrapuestos.

Os vamos a proponer una forma de resolver conflictos, basada en la negociación, que conlleva 3 pasos. Recordad la expresión: ¡EPA!

E: EMPATÍA
P: PROBLEMA
A: ALTERNATIVAS

1. MOSTRAR EMPATÍA. El primer paso consiste en mostrar empatía. Ponte en el lugar de tu hijo, pídele que te explique cuál es su visión, intenta comprenderlo y díselo. Imagínate qué puede sentir tu hijo en esa situación y por qué razón. Dile que entiendes cómo se siente (especifícale la emoción) y por qué crees que puede ser. Ejemplo: “Entiendo que esto te frustra porque llevas muchos tiempo intentándolo” “Entiendo que te moleste que yo llegue tarde” “Sé que te molesta que te diga esto, porque ya lo has escuchado muchas veces”…

2. DECIRLE CUÁL ES NUESTRO PROBLEMA. Para ello:

a. Describe lo que sientes en primera persona. No culpabilices al otro, evita las etiquetas. Ejemplo: “me entristece que…”

b. Expresa tu problema concretando las conductas específicas que necesitas y que tu hijo pueda entender. Ejemplo: “llegues tarde a casa” “no pongas atención cuando te hablo”. Habla en presente y procura no pasarte con el número de conductas, utiliza una sola conducta por conversación. Sacar una larga lista de conductas pasada no hará más que empeorar la situación. Es muy importatne que te refieras a conductas concretas: “me molesta que no compartas tus juguetes con tu hermano” en lugar de “me molesta que seas egoísta”.

c. Propón a tu hijo que exprese su problema. Escúchale con atención.

3. PROPONER ALTERNATIVAS DE SOLUCIÓN. Pídele a tu hijo que, entre los dos, propongáis alternativas que sean beneficiosas para ambos. No intentes imponer la tuya. Ejemplo “¿cómo podemos solucionarlo? ¿Qué podemos hacer?”. Escucha atentamente y, sobre todo, no critiques sus proposiciones. Esfuérzate por llegar a un acuerdo, cede y él cederá.
Cuando lleguéis a un acuerdo, comprometeos ambos a intentar llevar a cabo los cambios propuestos. Incluso podéis redactar un contrato o acuerdo firmado en el que establezcáis también las consecuencias del incumplimiento para ambos.