Don Andrés Vega, "Laguna Prieta"

Don Andrés Vega Delfín, de 83 años de edad y miembro de la familia Vega, con seis generaciones de músicos, toca el son "Laguna Prieta", como anteriormente se le conocía al Siquisirí, son que tradicionalmente anuncia el arranque del fandango.

Es el fandango el momento en el que la tradición de más de 300 años se expande y llega a tocar a todos los asistentes con su tres raices: indígena, africana y española.

Música, poesía y baile se ejecutan sobre y alrededor de una tarima en la que bailadoras y bailadores, hacen música con los pies, lo que genera en un espacio de improvisación, la polifonía tan característica del Son Jarocho.

Don Andrés Vega ejecuta la guitarra de son o requinto, instrumento construído en una sola pieza y que lo ha acompañado por varias décadas en su giras alrededor del mundo.

Él es el continuador de una tradición que a la fecha da cobijo a cinco generaciones de músicos en su familia. Aprendió de su abuelo y de su padre. Ahora transmite a sus nietos todo ese conocimiento musical, esa manera de ver la vida y cantarla entrelazando versos que describen todos los sentimientos humanos y el espacio en que se desarrollan: la zona rural del estado de Veracruz, México, mejor conocida como Sotavento.

Actualmente el Son Jarocho vive un boom de reconocimiento en todo el mundo. Desde los escenarios más destacados, varios de sus exponente han interpretado la música de este estado gestada en más de tres siglos de intercambio cultural.

Sin embargo, la verdadera tradición, donde cada son y su interpretación y ejecución y "ataque" a las jaranas, requintos, leonas, panderos, quijadas, y el zapateado en la tarima se explaya, volviendo a cada son en algo único e irrepetible, ocurre únicamente en el Fandango.