NODO 222A y NODO 222B, de 7 de abril de 1947.
1 de abril de 1947. Desfile de la Victoria presidido por el Generalísimo Franco.
A las once salió del Palacio Nacional Su Excelencia el Jefe del Estado. Precedía al coche que ocupaba Su Excelencia una sección de motoristas, y le daba escolta la Guardia Mora.
Un toque de clarín anunció la llegada de Su Excelencia el Jefe del Estado frente a la tribuna reservada al Caudillo. El Caudillo descendió de su coche y fue saludado por los miembros del Gobierno y presidente de las Cortes Españolas.
El Jefe del Estado procedió seguidamente a la imposición de condecoraciones a varios jefes de Marina y del Ejército y a números de la Guardia civil. El ministro de Marina dio lectura al decreto por el que se concede la Cruz Laureada de San Fernando al capitán de fragata señor Riva Suardíaz, héroe del cuartel de Simancas, y al teniente de navío señor Díaz González. Leída la disposición, el Generalísimo Franco impuso dicha alta condecoración militar. Seguidamente el ministro del Ejército dio lectura también de los decretos por los que se concede la Medalla Militar al comandante de Infantería señor Coloma Gallegos; al cabo de la Guardia civil señor Rubio Sebastián y a dos números del benemérito Instituto, Francisco Dueñas y Celso Cuello. A todos ellos les impone la preciada condecoración el Caudillo.
A las once y media en punto comenzó el desfile.
En primer lugar marchaba el capitán general de la primera región, teniente general Muñoz Grandes, con su Estado Mayor, a caballo, y escolta. Después de pasar ante el Caudillo, el teniente general Muñoz Grandes echó pie a tierra y volvió a la tribuna ocupada por Su Excelencia el Jefe del Estado, a cuya Izquierda se situó.
Se inicia el desfile de las fuerzas al mando de sus jefes respectivos.
En primer lugar lo hace la marinería en compañía de las dotaciones de la escuadra y del batallón de Infantería del Ministerio, que desfilaron en bloque, arrancando las primeras ovaciones que Madrid tributaba ese día al Ejército de España. Van precedidas estas fuerzas de su bandera, banda de cornetas, escuadra de gastadores y música.
Siguen las fuerzas de Aviación. Su desfile, lleno de marcialidad y bizarría, es prueba de su férrea disciplina. Desfilaron, por primera vez, los paracaidistas, y su paso es acogido con grandes ovaciones. Al pasar a la altura de la tribuna del Jefe del Estado, dan vista a la izquierda, y los jefes de compañía gritan un Viva España contestado con un Viva de los soldados.
Marchan a continuación las fuerzas de Infantería, a las que precede el general Esteban Infantes, jefe de la decimoprimera división, con su Estado Mayor y ayudantes, a caballo. Integran la representación de esta unidad dos regimientos con uniforme caqui, casco de campaña y fusil con la bayoneta calada. Siguen el batallón del ministerio del Ejército, precedido por la sección ciclista, en correcta alineación, y la banda de gaitas, y los regimientos de Ingenieros de la guarnición. La presencia de cada unidad es saludada con aplausos del público; y entre el paso de una y otra se reproducen las aclamaciones al Generalísimo Franco.
Cierra el desfile de la Infantería el Colegio de Guardias jóvenes de Valdemoro y después, en grupos compactos, una gran masa de la Guardia civil, cuya presencia es saludada con enormes ovaciones.
Comienza el desfile de las fuerzas de Caballería, al frente de las cuales marcha el general Urrutia, y siguen los vistosos escuadrones de batidores y lanceros con uniformes azules y cascos niquelados; representaciones de los regimientos de Calatrava y Farnesio; un escuadrón de ametralladoras de la primera brigada y la brigada mecanizada de la división de Caballería; grupo de motoristas; batallón de camiones con ametralladoras, morteros, estaciones de radio, y regimientos de camiones que cierran el desfile de la Caballería y que han llamado poderosamente la atención por el magnífico aspecto del material, sometido a los más cuidados trabajos de conservación y limpieza. El desfile brillantísimo de estas unidades, arrancó también calurosos aplausos de la multitud.
A continuación desfilaron las fuerzas de Artillería, que estaban integradas por los regimientos 11, 13, 19, 41 y 71, con sus correspondientes secciones de especialistas, que también fueron muy aplaudidas y causaron gran admiración.
Por último, desfilaron los servicios motorizados y las unidades acorazadas. Los primeros se componían de servicios de transportes del grupo de automóviles del Cuerpo del Ejército; Intendencia, con las compañías de panificación y carnización; Sanidad, con auto-ambulancias, estufas y duchas; Veterinaria, con auto-ambulancias para ganado y demás material; y Farmacia. Las unidades acorazadas incluían un batallón de motocicletas, el grupo de dragones de Alfambra, el regimiento de carros del Alcázar de Toledo 61, y la batería de asalto de la Escuela de Aplicación de Artillería.
El Adelantado de Segovia. 1 de abril de 1947.
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