TEST KAWASAKI VULCAN 650 S

La Vulcan S es una moto urbana de rasgos custom propulsada por el mismo motor de dos cilindros paralelos de su hermana, la Versys 650. Su diseño largo y bajo, con un asiento estrecho situado a una altura de solo 705 mm, proporciona una ergonomía muy relajada, perfecta para un uso en plena ciudad o disfrutando de un paseo en carretera. Usa una combinación de llantas de 18" delante y 17" detrás para garantizar agilidad y a la vez un comportamiento aplomado en carretera.

A la vista está su bastidor tubular de acero cuya estrechez contribuye también a hacer de la Vulcan S una moto fácil de conducir, pues además es susceptible de limitar para el carnet A-2 gracias al kit que ofrece Kawasaki. En la parte ciclo, destaca también el monoamortiguador trasero con bieletas y regulable en precarga cuyo tamaño compacto permite colocar el escape bajo el motor. Este es uno de los puntos diferenciales con las clásicas custom que emplean dos amortiguadores traseros.
La instrumentación combina un tacómetro analógico junto con una pantalla LCD con numerosa información entre la que hay un ordenador de a bordo y un indicador ECO que nos informa de que vamos en un régimen de giro del motor ahorrativo. No se puede manejar desde la ningún botón de la piña.

La Vulcan S cuenta con un acabado especial, la decorada en dos tonalidades de gris. El resto de componente son los mismos que los de la versión estándar, incluído el sistema Ergo-Fit de Kawasaki, que permite ajustar las estriberas para lograr la posición de conducción ideal para cada uno.
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