Existe un espacio-tiempo llamado Arcadia, en el que un pastor llamado Tirsi invita cada día a su enamorada Clori a bailar juntos, para sumarse a la danza cósmica de todo lo creado. Y con ellos baila el aire, el cielo con sus planetas, estrellas y nubes, los rebaños con sus cabras y corderos, las flores, los manantiales y todos los micro y macro seres que allí habitan. La Danza de Tirsi e Clori nos enseña que somos parte del movimiento de la vida, cada uno de nosotros un participante indispensable para que la Gran Coreografía pueda existir; que el movimiento se encuentra en el centro de nuestro ser y que vivirlo juntos es lo mejor que nos puede suceder.
Selva de Amor es el nombre de nuestro "locus amoenus"; ese lugar verde y vivo en donde la Naturaleza toda se hace eco de nuestros sentires más profundos, y lo hace a cinco voces que en su dialogar se entrelazan, se sueltan, se llaman, se oponen, se interrumpen, acuerdan, y llegan de a poco o súbitamente a decir verdades que iluminan, provocan o se confiesan con las palabras de los más refinados poetas del Renacimiento.
Esta danza cantada fue compuesta por Claudio Monteverdi (1567-1643) en 1615 e interpretada por primera vez unos meses más tarde en Mantua, muy probablemente para festejar la coronación de Ferdinando Gonzaga como Duque de Mantua y del Monferrato. En sus cartas deja explicaciones minuciosas sobre sus elecciones compositivas para identificar musicalmente al pastor Tirsi y a su ninfa Clori; cada uno será acompañado de tales instrumentos, (seguimos sus instrucciones pero también tuvimos ideas, como sucede siempre en el barroco) y cantará sobre tal estructura rítmica, con tales giros melódicos, para poner de relieve su personalidad, su deseo, su energía vital; luego de dialogar, cantarán en duo, y luego se sumarán el resto de las voces e instrumentos.
Si bien se desconoce con certeza al autor del texto, existe la hipótesis que éste fuera Alessandro Striggio el Joven.
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Ensamble Aurea Voce - Dir. Mariana Rewerski
Tirsi: Osvaldo Ledesma
Clori: Amparo Garcia Blesa
Sopranos 1&2: María Clara Minuto, Amparo García Blesa, Milena Minuzzi, Florencia Segal, Ana Elisa Fauqué, María Paula Bottamedi
Altos: Carolina Gorlero, Bárbara Alarcón, Melody Cruz
Tenores: Osvaldo Ledesma, Federico López de Gomara, Pablo Conqueira
Bajos: Nicolás Gattinoni, Alfredo Gómez
Bailarinas: Matilda Cayana Alvarado, Ana Paula Sacchi, Lara Sánchez
Las Juanas Artes Escénicas
Violines: Joelle Perdaens, Cecilia Carnero
Flautas: Pamela Monkobodsky, Maria Laura Wirth
Tiorba: Dolores Costoyas, Sebastian Strauchler
Guitarra barroca: Dolores Costoyas
Arpa: Ramiro Albino
Violoncello: Paula Sadovnik
Percusión: Mariana Rewerski
Dirección musical y escénica: Mariana Rewerski
Dirección coreográfica y escénica: Eugenia Schvartzman
Grabación y edición de sonido: Constanza Sanchez
Cámara: Celeste Pagano
Diseño y realización de vestuario: Mariana Gutierrez
Coach idiomático: Maria Sol Piacentino
Cantado en ITaliano, subtitulos en ESPañol y FRancés.
Buenos Aires, Argentina, 2024.
Tirsi
Por montes y valles, bellísima Clori
Ya corren a bailar las ninfas y los pastores;
ya, alegre y festiva una multitud de enamorados
han llegado al centro del prado.
Clori
Dulcísimo Tirsi, ya van a unirse,
ya el amante tiene enlazada a su amada
Ya se mueven juntos al son de la música
Sólo nosotros nos quedamos aquí solos.
Tirsi
Vamos, Clori, mi amor, vayamos a ese lugar
al que las Gracias y Amores parecen invitar a jugar;
Ya Tirsi te tiende la mano y te toma;
que sólo contigo quiere bailar.
Clori
Si Tirsi, mi vida, que estoy unida sólo a ti.
Quiero ir bailando, quiero ir cantando.
Que ningún otro pastor, por más digno que sea,
se atreva a mover sus pies con Clori, tu amante
Tirsi & Clori
Clori gentil, ya llegamos a la ronda
con dulces maneras sigamos los pasos;
Bailemos!
Bailemos y mientras, despleguemos con el canto,
con dulces y bellos modos
las loas de la danza!
(Todos)
¡Bailemos!
Bailemos, que el rebaño
al son de la zampoña
que marca sus pasos
nos conducen el baile!
Y saltan ligeros
las cabras y los corderitos
Bailemos, que en el cielo
con un velo luminoso
al sonido de las esferas
lentas o veloces
con luces y rayos
¡también bailan las estrellas!
Bailemos, que en derredor
del día turbulento
al sonido de los vientos
las nubes que pasan
si bien, oscuras y desordenadas
¡también bailan gráciles!
Bailemos, que las olas
son movidas y revueltas
por el viento que sopla
las empuja y las mezcla
y como más les gusta
ellas mueven sus pies,
y bailan las linfas
como bulliciosas ninfas.
Bailemos que las coquetas
flores cubiertas de rocío,
si la brisa las sacude
las empuja y las dobla
parecen también bailar.
Bailemos y giremos
corramos y saltemos
nada es más valioso
¡que lo que enseña la danza!
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