EL CALDO DE RANA en el tianguis de San MARTIN DE LAS FLORES

Alma Coronel y Ale Chispitas se aventuraron por el bullicioso tianguis de San Martín De Las Flores en Jalisco, con sus aromas tentadores y colores vibrantes que llenaban el aire. Entre los puestos de frutas frescas, textiles coloridos y artesanías tradicionales, se encontraron con una figura conocida por todos: la señora Everarda.


La señora Everarda era una mujer entrañable, reconocida en todo el pueblo por su habilidad culinaria y su famoso caldo de rana. Su puesto estaba rodeado de personas que esperaban ansiosamente su turno para probar su deliciosa creación.


Con una sonrisa amable, la señora Everarda invitó a Alma y Ale a probar su caldo de rana, asegurándoles que sería una experiencia culinaria única. Con curiosidad y un poco de aprehensión, las dos amigas aceptaron.


Al dar el primer sorbo, Alma y Ale quedaron gratamente sorprendidas. El caldo de rana de la señora Everarda era una explosión de sabores: rico, reconfortante y con un toque de especias que les hacía agua la boca. Se miraron entre sí con asombro y alegría, impresionadas por lo delicioso que resultó ser.


La señora Everarda sonrió con satisfacción al ver las expresiones de deleite en los rostros de las jóvenes. Con una mezcla de gratitud y admiración, Alma y Ale agradecieron a la señora Everarda por compartir su talento culinario con ellas.


Así, entre risas y conversaciones animadas, Alma y Ale disfrutaron de su inesperado descubrimiento en el tianguis de San Martín De Las Flores, saboreando cada bocado del delicioso caldo de rana de la señora Everarda.