Horas de más, sueldo de menos

(Verso 1)
Otra vez suena la alarma, es de madrugada,
Me visto rápido, con el alma ya cansada.
Ocho horas prometieron, pero no fue así,
Hoy el turno es eterno, y el descanso… ni lo vi.

Los clientes entran y salen, apenas me ven,
Corro entre las mesas, pero no soy de papel.
El jefe mira el reloj, con cara de juez,
No hay aplauso al final, solo un sueldo al revés.

(Estribillo)
Horas de más, sueldos de menos,
Trabajo a destajo, por cuatro duros pequeños.
Sonrisas de plástico y tragos amargos,
Mientras la vida se va, entre platos y encargos.

(Verso 2)
“¿Dónde está mi café?”, gritan desde la esquina,
Sin saber que llevo horas, aguantando la rutina.
Aquí no hay domingos, ni un puente en el año,
Cada turno es una prueba, un salario espartano.

La propina es la esperanza, que nunca se ve,
Mientras el cansancio sube, como espuma en un café.
El cliente es rey, dicen en esta prisión,
Pero los camareros, somos peones sin voz.

(Estribillo)
Horas de más, sueldos de menos,
Trabajo a destajo, por cuatro duros pequeños.
Sonrisas de plástico y tragos amargos,
Mientras la vida se va, entre platos y encargos.

(Puente)
Y cuando el día acaba, el cuerpo se rompe,
La cuenta no cuadra, ni con el mejor enfoque.
Pero mañana volveré, con la misma canción,
Porque en la hostelería, no hay opción.

(Estribillo)
Horas de más, sueldos de menos,
Trabajo a destajo, por cuatro duros pequeños.
Sonrisas de plástico y tragos amargos,
Mientras la vida se va, entre platos y encargos.

(Final)
La luz se apaga, el bar cierra sus puertas,
Pero el cansancio queda, y la esperanza está muerta.
Seguimos sirviendo, aunque nos traten de menos,
Horas de más, sueldos de menos.