HOMILÍA

𝐌𝐨𝐧𝐬. 𝐑𝐞𝐧é 𝐋𝐞𝐢𝐠𝐮𝐞:

El mensaje del Arzobispo de Santa Cruz resalta una preocupación profunda sobre la división y el conflicto en la sociedad. La reflexión sobre la necesidad de permitir que el espíritu de Dios actúe entre nosotros sugiere una llamada a la unidad y al perdón mutuo. El énfasis en ver a los demás como hermanos en lugar de enemigos invita a una introspección sobre cómo nuestras acciones y percepciones pueden contribuir a la polarización y el antagonismo.

La declaración del Arzobispo también señala que los problemas se agravan cuando no se escucha ni se dialoga, lo que impide encontrar soluciones comunes. La idea de que cada uno cree poseer la verdad absoluta y la falta de perdón son obstáculos para la reconciliación y la paz. Por lo tanto, el mensaje es un llamado a la aceptación y al diálogo como medios para descubrir los caminos de Dios, que se presume llevan a la armonía y al bienestar colectivo.

Este mensaje es un recordatorio de que, en tiempos de desacuerdo y tensión, es crucial buscar la comprensión y la colaboración. La invitación a dialogar y a perdonar es pertinente no solo para Bolivia sino para cualquier sociedad que enfrenta divisiones. Es un llamado a la reflexión y a la acción para construir una comunidad más inclusiva y solidaria.