El Miño, un río de encuentros

El Miño, el mayor río de Galicia, no solo como una vía de agua sino como un símbolo cultural y económico que une España y Portugal. El río Miño, que comienza en la serra de Meira y termina en el Atlántico, es conocido como la raia húmida, la frontera acuática entre Galicia y Portugal. Aunque sirve de límite geográfico, el río es más que una frontera, ya que ha forjado un territorio con características y tradiciones comunes. Es un espacio de convivencia e intercambio cultural, económico y lingüístico que ha creado un modo de vida único.

El recorrido comienza en el embalse de Frieira, y abarca ocho ayuntamientos gallegos y cinco portugueses, todos con paisajes, cultura, historia y personalidad propias. Esta región compartía una identidad común mucho antes de que el Miño se convirtiera en frontera, como lo demuestran los numerosos grabados rupestres que se encuentran en ambas orillas del río.

La historia política y militar también ha dejado su huella, con la independencia de Portugal y las luchas resultantes marcando la región con torres y fortalezas. Sin embargo, a pesar de las diferencias políticas, la raia húmida ha mantenido intensas relaciones, con una economía y un imaginario compartido. Esto se refleja en las pesqueiras para la pesca de lampreas, el cultivo compartido de uvas para el vino y la historia común de la emigración y el contrabando.

Hoy en día, el comercio entre gallegos y portugueses es más intenso que nunca, aunque la verdadera identidad compartida reside en las tradiciones, creencias y lengua comunes. En resumen, la raia húmida un territorio de convivencia y encuentro más que una división geográfica.