🦋 No hace falta vengarse la gente mala se destruye sola

¿Alguna vez te hicieron tanto daño, que quisiste vengarte? o bien ahora mismo tienes mucho dolor en tu alma, que te gustaría cobrar, por lo que te hicieron, si este es tu caso, quiero compartir contigo este mensaje, hola soy Belifers, y hoy en la voz de HUGO, vamos a hablar sobre porque nunca debemos vengarnos, pues el destino y el Karma, o bien Dios, se encargará de cobrarle a la gente, mala el daño que hicieron, pues recuerda: No hace falta vengarse la gente mala se destruye sola.

Deja que la vida se encargue de las personas que te hicieron daño.
No pierdas tu energía, ni tu tiempo en alguien que no vale la pena.
Al final la gente mala, sola se destruye.
Porque hasta la persona más buena se cansa, y se harta de vivir con una persona equivocada.

A lo largo de la vida, nos enfrentamos a situaciones en las que alguien nos causa daño, ya sea de manera intencionada o por simple descuido. En esos momentos, el deseo de venganza puede surgir de manera natural, impulsado por el dolor y la frustración. Sin embargo, es importante recordar que no es necesario vengarse, porque la vida se encarga de hacer justicia a su manera.
Las personas que actúan con maldad y dañan a otros a menudo están encaminadas a su propia destrucción. Este proceso de autodestrucción es lento pero inevitable, porque la negatividad que generan hacia los demás acaba volviéndose en su contra. Dedicar nuestra energía y tiempo a la venganza es un desperdicio, especialmente cuando se trata de personas que, en realidad, no valen la pena. Es mejor reservar esas energías para nuestro propio bienestar y crecimiento personal.
Mejor dale gracias a Dios que te abrió los ojos y te hizo ver, la realidad.
Mejor aprovecha la nueva oportunidad que Dios te da de Volver a empezar.
Y ni si te ocurra mirar hacia atrás que ahí; no perteneces.
Ahora tu vida está en el presente.

Ya no eres esa persona ingenua, que engañaban fácilmente.
Ahora eres una persona renovada, que aprendió a valorarse, pero sobretodo, aprendió a amarse.
Hay personas que juegan con tu mente, te quieren volver loca y te quieren manipular a su manera.

Te quiere hacer creer que todo lo que ellos hacen; y dicen, está bien.
Que todo lo que ellos hace es lo mejor para ti, y con el tiempo, hasta te vas acostumbrando.
Y todo se va convirtiendo en un circulo vicioso, donde crees que es normal vivir así.

Hay que tener valor para poner un alto al abuso psicológico.
Porque ese es el peor de los abusos, que puedan existir.
La mayor recompensa que puedes tener, en la vida, es liberarte de esa persona.
Y el día que lo logres hacer, ya no importará nada, sólo importará que tú estés bien.

Es importante reconocer cuándo una relación o una situación se ha vuelto tóxica. Incluso la persona más paciente y bondadosa llega a un punto de agotamiento cuando se enfrenta a un ambiente negativo constante. En estos momentos, lo más sabio es agradecer que la vida nos haya dado la oportunidad de abrir los ojos y ver la realidad tal como es. En lugar de aferrarnos al pasado y a las personas que nos hicieron daño, debemos aprovechar las nuevas oportunidades que se nos presentan para empezar de nuevo.

Mirar hacia atrás y aferrarse a lo que ya no nos pertenece solo nos impide avanzar. El presente es donde debemos enfocar nuestra atención, porque es allí donde se encuentra nuestro verdadero poder y capacidad de transformación. Cuando dejamos atrás la ingenuidad y aprendemos a valorarnos, también aprendemos a amarnos de una manera más profunda y auténtica.

Existen personas que intentan manipularnos y jugar con nuestra mente, haciéndonos creer que sus acciones y palabras son lo mejor para nosotros. Con el tiempo, podemos llegar a aceptar este comportamiento como normal, entrando en un ciclo vicioso donde la manipulación y el abuso psicológico se vuelven parte de nuestra vida cotidiana. Pero es fundamental tener el valor de poner un alto a este tipo de abusos, porque el abuso psicológico es uno de los peores que existen.

Liberarse de una persona que nos causa daño es una de las mayores recompensas que podemos obtener en la vida. Cuando logramos alejarnos de esa influencia negativa, todo lo demás deja de importar. Lo único que cobra verdadera relevancia es nuestro bienestar, nuestra seguridad, y nuestra paz mental. Es en esos momentos cuando entendemos que la venganza no tiene sentido, porque lo más importante somos nosotros mismos.

Importará tu seguridad, tu tranquilidad y tu paz mental.
En esos momentos, la venganza, sale sobrando, ahí es cuando entiendes que lo más importante, eres tú.
Y que la vida es la que se encargará de poner a cada quien en el lugar que se merece.

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