Скачать или смотреть Reflexión de uno de los fundadores del Santuario Compasión Animal

"Hoy he adelantado un camión cargado con más de cien corderos y cabritos. He frenado para ponerme a la altura de ellos y les he observado un instante. Algunos de ellos, ajenos a mí, miraban hacia el exterior aupándose sobre sus compañeros para asomarse por las rendijas. Otros se apretujaban entre ellos, sin entender lo que estaba sucediendo. Hace unas pocas horas estaban junto a sus madres, y en ese momento no sabían que el conductor los llevaba al matadero.
Les he observado con la impotencia de no poder hacer nada por ellos. Pronto sus miradas se habrán apagado, y no quedará el recuerdo de un corazón que latió como el nuestro, y que deseó explorar y vivir como lo deseamos nosotros. Les espera el miedo, el acero, la sangre, la muerte y el olvido.
A nadie le importará que unos bebés balasen aterrados en medio de la autopista, llamando a su madre, buscando su protección. No tendrán la oportunidad de dejar su huella en este mundo. Mientras soltaba el acelerador y dejaba que el camión me adelantara de nuevo he llorado por ellos, pero las lágrimas no los han llevado de vuelta junto a sus madres. Hoy el mundo es un lugar más oscuro."

Palabras de Alberto, cofundador del Santuario.
Son palabras tristes para un suceso más triste aún. Pero donde unos ponen oscuridad, Santuario Compasión Animal pone esperanza. Por eso queremos mostraros este vídeo de los bebés del Santuario, disfrutando del mundo que debería ser.

Y hoy más que nunca recordamos que no hay mayor acto de Compasión que regalar el cielo a quien ha vivido en el infierno.