Mi Marido me IGNORÓ Durante 5 Años por su PRIMER Amor y Cuando Volvió Ya tenía un Hijo con OTRO

Mi esposo me ignoró durante cinco años por su primer amor Casada con Lucas durante cinco años, nunca me ha tocado. Tarde en la noche, reuní el coraje para abrazarlo. Desde atrás. Él se burló: "¿Estás tan desesperada solo porque hace cinco años abofeteé a su primer amor?". En nuestra boda, dijo: "Te castigaré durante cinco años, ni un día menos". No lloré ni hice una escena. Él pensaba que dependía de él. Cuando los cinco años terminaron, me llamó y me dijo que me preparara y esperara en casa. "Ahora te permito tener un hijo mío". La llamada fue respondida por Oliver. "¿Quién eres tú? Mi papá dice que un hijo es suficiente para mi mamá". El hecho de que Lucas planeara castigarme durante cinco años era bien conocido en el círculo social. Todo se remontaba al incidente de hace cinco años, cuando abofeteé a su primer amor en la boda. El rostro de Lucas se volvió frío en público y me dijo: "Arrodíllate". Yo, tercamente, me quedé congelada, mirándolo incrédula. No le agradó mi reacción y dijo fríamente: "Arrodíllate o tu familia se irá a la bancarrota. Elige".

Diciendo esto, Lucas pareció olvidar que existía. Mientras él brindaba con los invitados con una copa en la mano, lo seguí, suplicando: "Esta noche es nuestra boda. Soy la novia. ¿Cómo puedes pedirme que me arrodille?". Lucas me ignoró. "Mi palabra es ley. Puedes intentar desobedecerme siempre que tu familia pueda soportar mi ira". Nunca había visto a un hombre tan despiadado. Quise salir furiosa, pero tenía demasiado miedo. Me convertí en la única novia en el mundo, vestida de blanco, arrodillada frente a todos los invitados mientras Lucas reía y charlaba, disfrutando de sí mismo. Nadie se atrevió a decirme que me levantara, ni siquiera mis padres o amigos, que temían el poder y los métodos de Lucas. Me quedé allí arrodillada, sin poder levantarme sin su permiso. Los invitados desviaban la mirada, demasiado avergonzados para mirarme. La mirada de su primer amor, sin embargo, contenía una leve sonrisa burlona mientras caía descaradamente sobre mi rostro.