Migrante de la Danza

Para conmemorar el Día Internacional de la Danza 2022, la asociación sin ánimo de lucro promovida por Joan Crespo, Elizabeth Taberner y Laura Bruña, presenta su última producción audiovisual " Migrante de la Danza ", una idea original de Laura Bruña y codirigida junto con Fernando Moreno, director de Salinas Agencia.

A través de las propias reflexiones y experiencias de sus bailarines (VDF2021), este trabajo pretende mostrar, uniendo la palabra y el movimiento, cómo la danza les separa y al mismo tiempo los reúne, bailando en diferentes partes del mundo y compartiendo una misma pasión. El tiempo y el lugar son relativos si disfrutas de lo que haces.
Se trata de una acción cultural vinculada directamente con el trabajo principal de la asociación, que reúne cada año a 12 bailarines seleccionados entre las mejores escuelas de la Comunidad Valenciana y Europa. Los participantes se desplazan a la ciudad de Valencia para participar en un espectáculo de una hora y media de duración, compuesto por varias piezas cortas de diferentes coreógrafos uniendo los estilos clásico, neoclásico y contemporáneo. En este video sus voces nos llegan desde Valencia, Barcelona, Madrid, Irlanda, Italia, Francia, Noruega, Suecia… con reflexiones como las de Marc Comellas: "Llençar-te a l'exterior per primer cop, tenir la dubtosa il·lusió de voler saltar, volar, marxar... Córrer amb decisió sense saber on vas. Sentir l'adrenalina que no sabies que necessitaves. I descobrir que allò desconegut et farà immensament feliç", y las de Herman Keim: "España da a los bailarines la oportunidad de conocer diferentes facetas de sí mismos y crear una plataforma en la que puedes evolucionar tus puntos fuertes y empujar tus debilidades hacia el arte. Como extranjero, he aprendido mucho de este país en mi viaje por la danza".
La asociación VDF busca todos los años a migrantes de la danza y anima a los bailarines residentes a migrar en busca de inspiración, el lugar adecuado donde crecer profesional y personalmente. La globalización y el intercambio cultural hace que la danza siga viva y en constante evolución, aunque no podemos olvidar que MIGRAR debería ser una elección y no una obligación.