General PICO-LA PAMPA (¿Quien dijo que en LA PAMPA no hay NADA?)Una hermosa CIUDAD a pura NATURALEZA

Sin dudas, una de las cosas mas maravillosas de viajar es dejarse sorprender. Eso mismo hice en este viaje del que acabo de regresar. Partí rumbo a LA PAMPA, mas precisamente a la Ciudad de GENERAL PICO (que recibe su nombre en a un ex-gobernador de la provincia), para que una de las provincias menos fomentadas turísticamente del país, me sorprenda con sus bellezas.. con algo. Y vaya si lo hizo ! GENERAL PICO y sus alrededores, tenían mucho para mostrarme...
Lo primero que me llamo la atención al llegar a esta localidad pampeana fue lo ANCHO y PROLIJO de sus calles... muy espaciosas y muy bien arboladas. Su bonita Plaza principal, hace gala de una
hermosísima fuente en su centro, en la cual encontraremos una estatua del General Don José de San Martin. Custodiando esta Plaza, se haya una de las Municipalidades mas imponentes que he visto por el país. Sobria y de color crema, resalta entre distintas especies de árboles fastuosos que la rodean.
Tengo que destacar por sobre todo la amabilidad y cordialidad de sus ciudadanos.
El Deporte ocupa un lugar relevante en la vida de los piquenses. Clubes como el INDEPENDIENTE de Pico, el PICO Football Club o el Ferrocarril Oeste de PICO, dan cuenta de ello.
PICO además, posee el MUSEO REGIONAL "Maracó", en el cual se exhibe gran parte de la historia de la Ciudad y de La Pampa en sí... Es como viajar al pasado por un rato.
Por la tarde, me dirigí a un lugar PARADISIACO... de esos que justamente TE SORPRENDEN: la "Reserva Natural Municipal DELFIN PEREZ". Rodeada de un flora impresionante y de una fauna muy variada
(especialmente aves), se encuentra la LAGUNA "La Arocena"; un espejo de agua azul desde donde créanme, pude contemplar una de las puestas de SOL más ÈPICAS e IMPACTANTES que haya visto en mi vida. Caminar entre los inmensos árboles, observando el atardecer que se reflejaba con un rojo fuego en la LAGUNA, mientras escuchaba de fondo el cantar de cientos de aves que sobrevolaban, fue de esas experiencias que no se olvidan facilmente...
Pero todavía faltaba la frutilla del postre. Al día siguiente, bien temprano, me fuí a conocer un pequeño pueblo llamado METILEO, ubicado a poco mas de 20 km de PICO. Con solo 500 habitantes
aproximadamente y una paz absoluta, caminar sus calles casi desiertas, enmarcadas por construcciones del Siglo pasado, fue como haber retrocedido en el tiempo. Sentí como si realmente las agujas del reloj en METILEO se hubiesen detenido hace años...
Y si... emprendí este VIAJE para ser sorprendido.. Y vaya si logré mi objetivo.
ARGENTINA me sigue dando sorpresas en cada rincón de su heterogéneo territorio...

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