Les invito a ver el video hasta el final, para que conozcan este destino los amantes del ostion, en este lugar donde me encanta comer ostion con mi buen amigo Alain Paredes.
Aparte de un excelente precio, tiene un producto fresco y una conversación interesante y variada.
Bucerías sigue siendo el “paradero de los ostiones” para los miles de automovilistas que proceden de la ciudad de Guadalajara, Tepic o del Bajío, reconoce el biólogo y buzo ostionero Alain Paredes.
Orgulloso de su oficio, refiere que ha logrado ubicar uno de los placeres más abundantes y productivos de ostión, que le ha permitido “cosechar” los moluscos más exquisitos y grandes en esta temporada.
Alain Paredes tiene su propio restaurante, pero además surte a otros establecimientos de la zona, con lo que logra capturar bajo el mar.
Lamenta que en estos días la afluencia de visitantes ha bajado considerablemente y están en espera del turismo extranjero que pronto empieza a fluir hacia la zona.
Sin embargo, puntualiza que pese a todo, Bucerías, su pueblo sigue siendo el pueblo donde hacen parada los automovilistas que quieren disfrutar este manjar, y por eso Bucerías es 100 por ciento ostionero.
Y es que la gente que para en Bucerías busca ostión fresco, esa es la cualidad más relevante y a eso vienen. Hay varios restaurantes enfocadas al ostión y al menos hay cuatro changarros más que le hacen competencia dice con humor.
Los ostiones son una de las delicias más valoradas por todo amante de los mariscos. Sin embargo, en su mayoría, se les encuentra en tamaños reducidos, apenas para botanear.
En realidad, nadie entiende la igesta de ostiones como un plato principal, dado que son pequeños, y entonces únicamente son consumidos como entremes o ingrediente del plato principal, por ejemplo, un cocktail de mariscos.
Pero existe un lugar a tan solo 90 minutos de Puerto Vallarta en el que los ostiones si pueden ser un plato principal, y no se necesita ni una docena para quedar satisfechos.
Ese sitio, se llama Tehuamixtle. Es una pequeña población costera, insertada en una bahía muy chica, pero de aguas azules que bañan acantilados y pendientes, aparentando un lugar como del Mediterraneo europeo.
Ahí, los pescadores han extraído ostiones hasta de medio kilo de peso, que se pueden tomar con las dos manos.
Alrededor de este pequeño charco de mar, se concentran una serie de restaurantes que sirven esta delicia. Jugoso, lleno de carne, con limón, chile, salsa inglesa o soya, sal, o lo que sea; los ostiones de Tehuamixtle de disfrutan de forma única, su tamaño los vuelve verdaderos platos principales.
Sin duda alguna vale la pena hacer el viaje de dos horas y media hasta allá, porque en relación precio – cantidad – sabor, no tiene igual. Y es que por 25 o 30 pesos, uno se puede comprar un solo ostion, pero vaya que ese equivale a unos 4 de los que usualmente se venden en Puerto Vallarta, y esos están a 250 pesos la docena, pero sirven apenas para una muela.
Estos ejemplares, se desconoce en realidad porque, crecen en abundancia en estas aguas. Tehuamixtle se sitúa a una media hora de la cabecera de El Tuito, en el municipio de Cabo Corrientes.
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