Siembra en un buen futuro - Danilo Montero | Prédicas Cristianas 2023

Siembra en un buen futuro - Danilo Montero | Prédicas Cristianas 2023

En este video, exploraremos el tema de la siembra y la cosecha en el contexto espiritual. Comenzamos analizando Gálatas 6:6-8, que nos advierte sobre las leyes espirituales que rigen nuestras vidas. La ley de la siembra y la cosecha establece que cosechamos lo que sembramos y que esta cosecha es proporcional a nuestras acciones.

Jesús también habló sobre esta ley en Lucas 6:38, donde nos anima a dar generosamente, prometiendo que recibiremos en abundancia. Esta ley se aplica a nuestra formación y crecimiento espiritual. Si tomamos decisiones que agradan al Espíritu, tendremos una vida espiritual fuerte y plena. Por el contrario, si seguimos nuestros deseos egoístas, tendremos que enfrentar las consecuencias de una vida alejada de Dios.

Pablo nos insta a no dejarnos engañar por la estrategia del engaño que nos rodea en una sociedad pecaminosa. No podemos cultivar una vida plena siguiendo pensamientos y deseos engañosos. Seguir esos deseos nos esclaviza y nos aleja de Dios.

La historia de Abraham y Lot ilustra el poder de nuestras decisiones para acercarnos o alejarnos del propósito de Dios. Abraham confió en Dios y prosperó, mientras que Lot tomó decisiones basadas en su propia carne y se acercó al peligro y la destrucción.

La misericordia de Dios se mostró hacia Lot al rescatarlo de Sodoma, pero su esposa desobedeció las instrucciones divinas y quedó convertida en estatua de sal. La historia de Lot y sus hijas también muestra las consecuencias de decisiones equivocadas, ya que dieron origen a pueblos enemigos de Israel.

El mensaje principal es que nuestras decisiones forjan nuestro carácter y determinan el tipo de vida que cosecharemos. Debemos pesar nuestras decisiones a la luz de los intereses de Dios y cultivar un carácter que refleje su voluntad. Si perseveramos en hacer el bien, cosecharemos a su debido tiempo.

En resumen, nuestras decisiones nos llevan en una de dos direcciones: nos abren irrevocablemente al amor y la gracia de Dios, o nos cierran a ellos. Debemos tomar decisiones que nos acerquen a Dios y nos conduzcan hacia una vida plena y eterna. Como dijo C.S. Lewis, todos nos estamos convirtiendo en esplendores eternos o horrores eternos.