Abantos desconocido. El Monte Mágico de San Lorenzo de El Escorial

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Hoy vamos a una de las montañas que mejor se ven y diferencian de la sierra de Guadarrama. el Pico de Abantos, cuya ladera sur fue elegida por el rey Felipe II para construir el Monasterio de El Escorial

Vamos a la carretera que une San Lorenzo de El Escorial con Guadarrama, y nos desviamos por una pista asfaltada marcada con una señal del Arboreto Luis Ceballos, hasta donde se puede llegar en coche y que coincide con el parking II del Tomillar. El parking está junto a una barrera que prohíbe el paso a los coches no autorizados.
La ruta permite subir al Abantos por su vertiente norte, casi olvidada en las rutas que suben al pico, y que nos ofrecerá vistas del conjunto de la sierra especialmente atractivas, evitando los caminos más frecuentados que suben hasta este pico.

Salimos del parking II del Tomillar por la pista asfaltada. Nos desviamos por un ancho camino que sale a la derecha, en dirección a una tapia y un techado. Pasamos la valla de piedra y a la izquierda hay un sendero casi perdido que nos lleva a un pequeño pinar donde encontramos la senda de la Tubería Enterrada. Esta es la parte más complicada de la ruta, porque hay mucha vegetación y la senda es poco clara o directamente no existe.

Tenemos una alternativa a esta parte de la ruta, si queremos empezar la ruta con más seguridad podemos subir por la pista asfaltada, desviándonos a la derecha para subir por el desvío que salva la fuerte pendiente con cerradas curvas. Un poco antes de la curva 9 encontraremos la senda de la tubería enterrada que sale a la derecha y por la que podemos continuar y ganar luego la pista más ancha si lo deseamos.

Vamos por la senda de la Tubería Enterrada y nos desviamos a la izquierda hasta un ancho camino que por la Solana del Barrancón y con casi nula inclinación nos lleva a la tapia del Valle de los Caídos. Se puede seguir la senda, que en teoría lleva al mismo sitio. A mí me dio la sensación de que debido al poco uso por la pista que está un poco más arriba , la vegetación la ha hecho desaparecer, pero puede que no, ideal para exploradores aventureros.

Junto a la tapia nace un amplio cortafuegos, por el que se camina muy bien, al menos hasta que lo repasen, y que en un esforzado ascenso, nos guiará hasta el sendero GR-10 que llega hasta el Escorial desde San Rafael pasando por la cima de Abantos.
Las vistas en esta parte de la ruta son espectaculares. El Valle de Cuelgamuros, La Peñota, Mujer Muerta, Montón de Trigo, Siete Picos, Peñalara, las Guarramillas, Cuerda Larga, La Maliciosa, La Pedriza, el cerro de San Pedro, la Sierra de Hoyo de Manzanares, los embalses de la Jarosa y de Valmayor, la llanura hacia Madrid, pueblos. Las vistas son uno de los principales alicientes de la ruta por lo que hacerla un día despejado será lo mejor.

La vuelta la hacemos por un sendero que sale bajo el pico, un poco hacia el suroeste, dejando la cumbre a nuestra izquierda. Es un marcado sendero que por la falda sur se mete bajo el pico y en rápidos zigzags baja entre las rocas, hasta llegar a una valla metálica con una puerta verde. Hay que tener cuidado porque hay una desviación a la izquierda que deja el camino más evidente a la derecha y es fácil saltárselo.
Esta valla parece delimitar el monte que se quemó. El camino aquí se pierde un poco, pero algunos hitos nos indican que hay que bajar por la ladera, más o menos cerca de la valla, guiados por los hitos y por las trazas del sendero que poco a poco va ganando en claridad. La bajada es bastante empinada y entre los pinos vemos más abajo una pista de tierra hacia la que nos vamos dirigiendo. Finalmente, llegamos a la mencionada pista que se une en ese punto a la pista asfaltada que ya hemos visto y que recorre la falda del Abantos. Al otro lado está el Área Recreativa La Penosilla.

Seguimos descendiendo hasta coger un sendero a la izquierda, (hay que tener cuidado porque para coger este sendero, tenemos que abandonar el más evidente que queda a la derecha) que nos llevará hasta las zetas de la pista asfaltada para terminar la ruta.