Palma Africana-Cómo Mecanizar la Cosecha y Bajar Costos- TvAgro por Juan Gonzalo Angel

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La palma africana (Palma aceitera africana, Coroto de Guinea, Palmera Aabora, Palmera de Guinea) es una planta tropical propia de climas cálidos cuyo origen se ubica en la región occidental y central del continente africano, concretamente en el golfo de Guinea, de ahí su nombre científico Elaeis guineensis Jacq., donde ya se obtenía desde hace 5 milenios. A pesar de ello, fue a partir del siglo XV cuando su cultivo se extendió a otras regiones de África.

Su propagación a mínima escala se inició en el siglo XVI a través del tráfico de esclavos en navíos portugueses, siendo entonces cuando llegó a América, después de los viajes de Cristóbal Colón, concretamente a Brasil. En esta misma época pasa a Asia Oriental (Indonesia, Malasia, etc.).

2. TAXONOMÍA Y MORFOLOGÍA.

- Familia: Arecaceae.
- Especie: Elaeis Guineensis Jacq.
- Porte: palmera monoica con tronco erecto solitario que puede alcanzar más de 40 m de altura en estado natural. En cultivos industriales para la obtención de aceite su altura se limita a los 10-15 m, con un diámetro de 30-60 cm cubierto de cicatrices de hojas viejas.
9. RECOLECCIÓN.

La recolección es una de las actividades más importantes en las plantaciones de palma africana aceitera por lo que el éxito de la misma dependerá de una planificación racional.

La producción de racimos, con las variedades disponibles en el mercado, se inicia entre los 30 y los 36 meses de plantada en el campo.

La recolección en la palma se realiza durante todo el año.

La frecuencia de cosecha, es decir, el intervalo entre cosechas en un mismo lote, está asociada con la edad de la palma, con el material genético utilizado y con las condiciones climáticas de la región. En general, los ciclos oscilan entre 7 y 12 días en palmas jóvenes y entre 9 y 15 días en plantas adultas. En épocas lluviosas, los ciclos son más frecuentes que en épocas secas.

Para determinar la maduración óptima de racimos, es decir, el momento en que la planta logra un mayor contenido de aceite en el racimo y un menor porcentaje de ácidos grasos libres se utilizan criterios tales como el cambio de coloración de los frutos de violeta a anaranjado y el desprendimiento de aproximadamente dos frutos por cada kilogramo de racimo.
Pudrición del cogollo

Los síntomas iniciales de esta enfermedad consisten en el desarrollo de parches cloróticos o de color pardo en las hojuelas basales de una de las hojas más jóvenes completamente abiertas. Este amarillamiento se extiende más tarde a todas las hojas. Durante estos primeros estados, la flecha puede o no presentar unas pocas manchas necróticas en algunos de los foliolos cerca de su extremo o en la parte media. La pudrición de la base de la flecha y del cogollo ocurre más tarde. Como consecuencia de la pudrición en la flecha, ésta se dobla cerca de la base o bien varias flechas permanecen pegadas y erectas. Eventualmente ocurre el secamiento de los foliolos, lo cual ocurre en forma irregular pero más frecuentemente a partir de las puntas en el extremo de las hojas. Las hojas viejas permanecen verdes por largo tiempo antes de amarillear y secarse.

Para combatir esta enfermedad, la adopción de prácticas agronómicas óptimas, tiene el potencial de evitar o disminuir el problema de la pudrición del cogollo y trastornos similares. En particular es claro que condiciones pobres de airación del suelo, y una nutrición desbalanceada predisponen a las plantas al trastorno. Por ello, toda siembra de palma africana debe prever la construcción de un buen sistema de drenaje interno y superficial, así como mecanismos para evitar la compactación. De igual manera la fertilización debe estar basada en el análisis de los tejidos, pero considerando también las reservas del suelo.

Vea Mas información en es.wikipedia.org

Juan Gonzalo Angel
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