El último Opel deportivo de verdad: Astra OPC [

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Cuando este coche salió al mercado, creo que nadie podíamos imaginar que sería el último "pata negra" de los Opeles potentes. Pero, desgraciadamente, así fue.

El Astra OPC no tuvo sustituto, pero dejó el pabellón alto, todo hay que decirlo. Diseñado como un "buen Opel deportivo", esto es, mucho músculo de motor y una trasera de tira líneas nada interesada en sobrevirar, era un coche suficientemente capaz de plantearse como un Gran Turismo a la vez que un coche rápido en aceleración.

Equipado con ingeniería avanzada, desde amortiguadores magnetoreológicos hasta un sistema de mangueta desacoplada, Opel vistió a este coche con una de las carrocerías más impactantes, bellas y deportivas de todos los compactos de tres puertas jamás fabricados.

Sí, podría haber sido más ajustable, podría haber sido más ligero, más comunicativo... pero todo eso habría ido en contra de la manera de hacer las cosas en el seno de Opel, acostumbrados a ofrecer pisada germánica emparentada en esos aspectos de inmovilidad en trazada y elevado paso por curva también conocidos en Audi, por ejemplo.

General Motors abandonó a Opel, tras dejar el canastillo en el portal de Peugeot, que la acogió y cambió completamente su misión comercial en el panorama europeo.

Ahora nos queda la opción de recordar con cariño este gran coche que, si se ajusta convenientemente en cuanto a geometrías y cuatro detalles más, se convierte en una máquina realmente divertida al tiempo que práctica, consumos aparte. Y eso a precios que, hoy por hoy, están al alcance de muchos bolsillos.

0:00 Introducción
2:03 Diseño
4:41 Interior
6:52 Técnica
11:00 Cifras
11:20 Sonido motor
12:29 Dinámica
22:35 Conclusiones
24:52 Entrevista
27:31 Wallapop
33:22 Cierre