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Vanesa Martínez, directora del Máster en Neurociencia y Educación de la Universidad Isabel I, nos cuenta que no solo tenemos neuronas en el cerebro, también las tenemos en el sistema entérico y en el corazón.

En ese sentido, el principal centro serotoninérgico no se encuentra en el cerebro, sino en el sistema entérico (de ahí que muchos antidepresivos tengan efectos en este sistema). El sistema nervioso entérico es parte del sistema nervioso y se localiza en el tracto gastrointestinal. Contiene circuitos reflejos que detectan la condición fisiológica del tracto gastrointestinal, integran la información sobre el estado del tracto gastrointestinal y proporcionan información para controlar el movimiento intestinal, el intercambio de líquidos en el intestino y su flujo sanguíneo. El sistema nervioso entérico tiene conexiones recíprocas con el sistema nervioso central, y trabajan en conjunto para controlar el sistema digestivo.

Debido a su extensión y su grado de autonomía, el sistema nervioso entérico se ha denominado el segundo cerebro. Los roles del sistema nervioso entérico están mucho más restringidos que en el cerebro real, por lo que esta analogía tiene una utilidad limitada. Pero no deja de ser importante el rol que tiene en el sistema nervioso.