¡Señor Sálvame!

Meditación de hoy • Publicación N° 2574

¡Señor, sálvame!

“Al sentir el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó: —¡Señor, sálvame! En seguida Jesús le tendió la mano” Mateo 14:30-31 NVI

Me encontré con un canto espiritual gospel que cautivó mi atención y se convirtió en uno de mis favoritos. Su autor y compositor fue Thomas Andrew Dorsey (1899 - 1993), de origen afroamericano, cantante, pianista y llamado “el padre de la música gospel”.

En 1932 Dorsey se encontraba en St. Louis tocando con un grupo de Jazz. Había dejado aquella noche a su amada esposa quien pronto daría a luz. Era necesario ganar un poco más de dinero para la feliz responsabilidad de criar al pequeño en camino. Estando en la presentación, llegó un muchacho con un telegrama que pudo abrir al finalizar, en el que decía: “su esposa ha muerto, venga de inmediato”. Esta noticia conmocionó a Thomas y se apresuró a casa. La noche siguiente murió su bebé.

¡Qué golpe tan duro para su vida! La tristeza, la soledad y el dolor lo embargaban. Una noche después de algunas semanas se acercó al piano a tocar algunas notas en tanto salía de su corazón estas palabras:

“Precioso Señor, toma mi mano
Guíame, déjame permanecer de pie
Estoy cansado, estoy débil, estoy solo.

A través de la tormenta, a través de la noche
Llévame a la luz
Toma mi mano precioso Señor, llévame a casa.

Cuando mi camino se vuelve triste
precioso Señor, permanece cerca
Cuando mi luz casi se ha ido
Escucha mi llanto, escucha mi llamada
Toma mi mano para que no me caiga

Cuando aparece la oscuridad y la noche se acerca
Y el día ha pasado y se ha ido
En el río me paro
Guía mis pies,
Toma mi mano precioso Señor, llévame a casa”

Después de hacer aquel precioso canto, Thomas regresó a su espiritualidad y se integró a su comunidad de fe. Hizo más de 1,000 cantos y el que leímos hoy fue traducido a más de 50 idiomas y grabado por muchos famosos como Elvis Presley, Mahalia Jackson, Aretha Franklin, Roy Rogers, Whitney Huston y en 2015 Beyonce lo cantó en la entrega de los Premios Grammy.

Me sentí muy identificado con su letra en algunos episodios de mi vida. Probablemente a ti te pase igual, por alguna pérdida de alguien importante para tí. Situaciones que han dejado un dolor profundo y necesitas sentir la mano del Señor tomando la tuya.

Dorsey aquella noche sintió el mismo alivio que vivió Pedro cuando al intentar caminar sobre el agua y “Al sentir el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó: —¡Señor, sálvame! En seguida Jesús le tendió la mano”.

Jesús siempre está dispuesto a salvarte. Solo tienes que extender tu mano y Él la tomará.

Hugo Moscoso
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