Cuento de cumpleaños al estilo Waldorf

El día de hoy quiero compartirles otro recurso inspirado en la pedagogía Waldorf que es muy especial para nuestra familia, y para el jardín de infantes, y que en estos días de distanciamiento social nos pueden venir muy bien: 𝙚𝙡 𝙘𝙪𝙢𝙥𝙡𝙚𝙖ñ𝙤𝙨 𝙖𝙡 𝙚𝙨𝙩𝙞𝙡𝙤 𝙒𝙖𝙡𝙙𝙤𝙧𝙛 🌈

Nosotros la noche anterior al cumpleaños justo después de arroparnos leemos juntos un poema hermoso centrado en lo que ocurrirá al día siguiente ⬇️

“𝘊𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘺𝘢 𝘦𝘴 𝘩𝘰𝘳𝘢 𝘥𝘦 𝘪𝘳𝘮𝘦 𝘢 𝘥𝘰𝘳𝘮𝘪𝘳,
𝘺 𝘩𝘦 𝘥𝘰𝘣𝘭𝘢𝘥𝘰 𝘮𝘪 𝘳𝘰𝘱𝘢 𝘦𝘯 𝘭𝘢 𝘴𝘪𝘭𝘭𝘢,
𝘺 𝘮𝘪 𝘮𝘢𝘮á 𝘢𝘱𝘢𝘨𝘢 𝘭𝘢 𝘭𝘶𝘻,
𝘵𝘰𝘥𝘢𝘷í𝘢 𝘵𝘦𝘯𝘨𝘰 3 𝘢ñ𝘰𝘴 (𝘰 𝘮𝘦𝘴𝘦𝘴 𝘴𝘪 𝘦𝘴 𝘶𝘯 𝘯𝘦𝘯𝘦) 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘯𝘰𝘤𝘩𝘦.

𝘗𝘦𝘳𝘰 𝘥𝘦𝘴𝘥𝘦 𝘦𝘭 𝘢𝘮𝘢𝘯𝘦𝘤𝘦𝘳,
𝘢𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘱á𝘫𝘢𝘳𝘰𝘴 𝘤𝘢𝘯𝘵𝘦𝘯,
𝘢𝘯𝘵𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘲𝘶𝘦 𝘭𝘢 𝘰𝘴𝘤𝘶𝘳𝘪𝘥𝘢𝘥
𝘴𝘦 𝘤𝘰𝘯𝘷𝘪𝘦𝘳𝘵𝘢 𝘦𝘯 𝘭𝘶𝘻,
𝘱𝘰𝘳 𝘭𝘢 𝘮𝘢ñ𝘢𝘯𝘢 𝘵𝘦𝘯𝘥𝘳é 4 𝘢ñ𝘰𝘴.

4 𝘢ñ𝘰𝘴 𝘤𝘶𝘢𝘯𝘥𝘰 𝘥𝘦𝘴𝘱𝘪𝘦𝘳𝘵𝘦,
4 𝘷𝘦𝘭𝘢𝘴 𝘦𝘯 𝘮𝘪 𝘱𝘢𝘴𝘵𝘦𝘭”.

Es importante involucrar al niño/a en los preparativos, para anticiparle lo que vivirá.

Luego al amanecer lo despertamos con mucha alegría y lo vestimos de gala, (anteriormente celebramos en el jardín, este año lo haremos en casa) le ponemos su capa y corona de cumpleañero, ese día se centra en él o ella. Se elabora en familia o grupo un pastel (pan favorito del niño/a) y se prepara la mesa con elementos que le caractericen, el número de velas y/o piedras correspondientes a los años que cumple, y se deja lista la mesa para el cuento de cumpleaños. Este año usaremos por primera vez el anillo de cumpleaños que es un aro de madera con varios hoyos para poner las velas correspondientes a la edad del niño/a, y en el centro los elementos que caracterizan las estaciones del año y/o al niño. Este elemento se usa junto con el cuento, pues mientras se narra, se va encendiendo cada vela.

Una vez que el pan/pastel esté listo nos sentamos en torno al cumpleañero y le contamos su cuento de cumpleaños, este como pueden ver en el video nos recuerda de dónde venimos, a dónde llegamos y a dónde regresaremos, con forme más grandes se hacen los niños el cuento va teniendo más elementos relacionados con su historia de nacimiento y de vida (detalles importantes sobre los años transcurridos). Al terminar encendemos las velas del pastel y le cantamos una canción de cumpleaños especial (en algunas escuelas es una distinta a la tradicional). Luego mamá y papá le entregan su regalo especial (preferentemente algo hecho por ellos) y envuelto en tantas capas de papel de color o no, como años cumpla el pequeño/a. Finalmente se culmina con la repartición del pan, y en nuestro caso hemos contextualizado el que rompan una piñata hecha por la familia y rellena de alimentos saludables y sabrosos.

En algunas familias se acostumbra invitar a tantos niños como años cumpla el pequeño/a, pero bueno lo ideal es simplificar el festejo y ofrecerle al niño/a un momento único y agradable, por ello no se sugieren fiestas gigantescas, y con esta “nueva normalidad” viene muy bien este tipo de celebración, más simple, solemne, íntima y verdaderamente centrada en hacer especial ese día a nuestro hijo/a.