Visitamos el despoblado de El Alamín / DJI mini2se

El pueblo de Alamin, también conocido como El Alamín, se encuentra en la Comunidad de Madrid, cerca del límite con la provincia de Toledo. Su historia es bastante peculiar y está marcada por su fundación, auge y posterior abandono.

Fundación y Desarrollo:

El pueblo de El Alamín fue fundado en los años 50 por el marqués de Comillas, Claudio López Bru, quien decidió establecer una comunidad rural en su finca, que abarcaba aproximadamente 1.500 hectáreas. La intención del marqués era crear un modelo de explotación agraria moderno y eficiente, inspirado en los principios de la autarquía del régimen franquista, que buscaba la autosuficiencia económica.El Alamín contaba con todas las infraestructuras necesarias para ser un pueblo autosuficiente. Se construyeron viviendas, una iglesia, una escuela, tiendas y otras instalaciones básicas. En su apogeo, llegó a albergar a unas 200 personas, la mayoría de ellas dedicadas a la agricultura y la ganadería.

Declive y Abandono:

El declive de El Alamín comenzó en los años 70, cuando los cambios económicos y sociales en España, junto con la mecanización de la agricultura, hicieron que muchas personas se trasladaran a las ciudades en busca de mejores oportunidades. La población del pueblo comenzó a disminuir gradualmente, y la falta de inversión y mantenimiento hizo que las instalaciones se deterioraran.Para los años 90, el pueblo estaba prácticamente deshabitado. Las últimas familias que quedaban se marcharon, y El Alamín fue abandonado por completo. La naturaleza empezó a recuperar el espacio, y los edificios comenzaron a desmoronarse debido a la falta de cuidado.

Situación Actual:

En la actualidad, El Alamín es un pueblo fantasma. Sus ruinas son visitadas por curiosos, exploradores urbanos y fotógrafos que buscan captar la esencia de este lugar abandonado. La iglesia, las casas y otras estructuras todavía están en pie, aunque en un estado de considerable deterioro. A pesar de estar en propiedad privada, el acceso al pueblo no está completamente restringido, lo que ha llevado a que sea un destino popular para aquellos interesados en la historia y la arquitectura en ruinas.El Alamín representa un testimonio del éxodo rural y los cambios económicos que han afectado a muchas áreas rurales de España. Es un lugar que invita a la reflexión sobre el paso del tiempo y la evolución de las comunidades humanas.