Silla de ruedas para un gran perro

Más allá del gran contenido emotivo que estas imágenes tienen para nosotros, quisimos publicar esta experiencia con la esperanza de que sirva de inspiración para todo dueño de un perro de cualquier parte del mundo que esté atravesando por el mismo trance. Haberle construido el carro significó devolverle cierta movilidad para poder continuar con su rutina de 3 salidas diarias a la cual estaba tan acostumbrado, y para nosotros, disfrutarlo más tiempo. El carro lo construimos a partir de las partes obtenidas en el desarme de un cochecito para bebé que encontramos descartado en la calle. Usamos una soldadora MIG, un taladro, dos bulones, remaches, correas, pintura y mucho amor.