FEVE (Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha) nace en 1965 para nacionalizar todos los ferrocarriles de vía estrecha de España. Con el paso de los años, muchas de estas líneas fueron desapareciendo, llegando hasta nuestros días todas las líneas que recorren la cornisa cantábrica, desde El Ferrol hasta Bilbao - La Concordia, el Ferrocarril de La Robla (León - Bilbao) y algunas líneas de cercanías en Asturias y Cantabria. Además, como curiosidad, el Ferrocarril Cartagena - Los Nietos en la región de Murcia sigue siendo operado por "FEVE". El resto de ferrocarriles de vía estrecha que siguen funcionando en la actualidad fueron traspasados a las comunidades autónomas, como es el caso de las líneas de la Comunidad Valenciana (FGV), Cataluña (FGC) o País Vasco (Euskotren).
Si bien se siguen conservando los logos y decoraciones de FEVE, desde el 1 de Enero de 2013 la operación de los trenes de FEVE pasó a manos de Renfe, y de igual manera, la administración de la infraestructura a ADIF. Desde entonces, el mantenimiento y renovación de la infraestructura ha caído empicado, corriendo la misma suerte el material ferroviario. Según algunas personas relacionadas con el entorno, al dejar de ser FEVE una empresa pública independiente, las subvenciones que iban destinadas a ella desaparecieron, dependiendo exclusivamente de tan solo una parte de las subvenciones totales con las que cuenten Renfe y Adif. Algo que explicaría en gran medida el abandono que existe en parte de la red. Por otro lado, recientemente se ha anunciado la compra de 31 unidades para el ancho métrico, lo que supone una buena noticia para los usuarios de estas líneas. No obstante, son necesarias aún inversiones en infraestructura, pues los trayectos que se encuentran fuera de los núcleos de cercanías dejan bastante que desear.
En la actualidad, existen 3 núcleos de cercanías:
Asturias, con las líneas Gijón - Cudillero, Gijón - Laviana, Oviedo - San Esteban de Pravia, Oviedo - Infiesto y Baiña - Collanzo.
Cantabria, con las líneas Santander - Cabezón de la Sal y Santander - Liérganes.
Bilbao, con la línea Bilbao - Balmaseda (La Calzada).
El resto de líneas y trayectos, comentados anteriormente, corresponden a las líneas por las que circulan los regionales, los trenes de mercancías y los trenes turísticos. Si bien actualmente los servicios son reducidos, el porcentaje de gente que utiliza estas líneas es bastante alto. No obstante, la ausencia de máquinas de billetes y personal en las estaciones, la falta de tornos e incluso de personal en los propios trenes implica que muchas de las personas que viajan no puedan siquiera comprar el billete, viajando gratis y no contabilizándose para las estadísticas, algo inexplicable. Hemos podido comprobar de primera mano como el servicio que ofrecen estas líneas no solo es turístico, si no que también da vida a muchas pequeñas poblaciones cuya principal conexión reside en el ferrocarril. Además, circulan una serie de trenes de mercancías para exportar e importar madera, aluminio, contenedores y sobre todo productos siderúrgicos, entre otros.
Pese a no ser la manera más rápida de viajar, la experiencia es sin duda recomendable, pues el paisaje y el ambiente ferroviario son únicos, todo ello además por un precio bastante económico. Para aquellos que quieran ir un paso más allá, los trenes turísticos (El Transcantábrico, El Expreso de La Robla y el Costa Verde) son unas de las mejores opciones para conocer el norte de España, combinando las visitas a los lugares más entrañables con los paisajes únicos de los que solo se disfruta desde el ferrocarril.
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