El poder de la semilla.

Las Escrituras dicen mucho acerca de la semilla.
• Incluso Jesús habló de Su propia vida como una semilla (Jua_12:23-24).
• Estaba hablando de Su Muerte y del fruto que produciría.
• La salvación, la resurrección, la vida eterna.
• Pero a lo que se refería el Mesías cuando habló de su vida y la muerte se llama un "cigoto".
• La palabra "cigoto" significa literalmente lo unido.
• Es la nueva vida que proviene de la unión de dos vidas, la de los dos padres.
• De modo que el cigoto es la unión de dos naturalezas en una vida.
• Y cabalmente, eso es también una semilla.
• Y eso fue Su Vida.
• La unión de dos naturalezas (la de Dios y el hombre, la unidad del Espíritu y la carne, la deidad en forma corporal, la unión del cielo y la tierra en una vida): un cigoto.

Que le sucede a la semilla.
• Cae a la tierra como si muriera.
• Su forma externa pasa por un tipo de muerte.
• Pero solamente entonces es cuando da su fruto la vida interior de la semilla.
• Mediante su muerte da nueva vida.

En el momento en que nacemos de nuevo:
• Nuestra vida se convierte en una unión, una unión de dos naturalezas.
• Tierra y cielo, carne y Espíritu, lo temporal y lo eterno, Dios en nuestra humanidad.
• Todo hijo de Dios es una unión, una unión de dos naturalezas, una semilla.
• Pero si la semilla cae a la tierra y muere, da su vida, lleva mucho fruto.

Cada vez que morimos al yo, que crucificamos la carne, que rendimos nuestra voluntad a la voluntad de Dios:
• El poder de Dios y de la nueva vida es liberado.
• Y daremos mucho fruto (Mat_13:31-32, Mar_4:31-32).
• Y nuestra vida producirá la vida que siempre hubo de producir.
• Y los propósitos de Dios en nuestra vida darán mucho fruto.
• Esa es la ley de la semilla: que produzca mucho fruto.

Dejemos que muera el viejo yo (Mat_16:24-26, Mat_10:39,
• Crucifiquemos la carne.
• Rindamos nuestra voluntad a la de Él.
• Que el poder de la vida contenido en la semilla sea liberado en nosotros.


Bibliografía: "El libro de los Misterios", Jonathan Cahn.