Los espejos de la lluvia

Esta canción es una reflexión sobre el pasado, con sus sueños olvidados y las caídas que nos enseñan a levantarnos. Pero también es una mirada al futuro, porque cada tormenta, por más oscura que parezca, limpia el camino para que podamos mirar un nuevo cielo.

Título: Los espejos de la lluvia
Escrita por Jorge Pérez Mijes
(Canción protegida por derechos de autor)
Album: El cantor de las soledades
Año: 2024

Los espejos de la lluvia caen del cielo,
reflejan pedazos del alma al pasar.
Cada gota lleva un sueño olvidado,
cada charco, un intento por recordar.

Mírame, en los espejos de la lluvia,
soy el que fui y el que no pudo ser.
Se deshacen las sombras y los miedos,
cuando el agua me obliga a volver a ver.

En el cristal líquido de una tormenta,
se escriben secretos que nadie leyó.
Soy un caminante buscando respuestas,
en la música muda que el agua dejó.

Mírame, en los espejos de la lluvia,
soy un reflejo que intenta entender.
Que las lágrimas del cielo me sanen,
que el pasado se pierda donde no lo alcancé.

El viento susurra que el agua transforma,
que el río no teme nunca su final.
¿Y si somos gotas buscando un océano?
¿Y si caer es solo un paso más?

Los espejos de la lluvia no mienten,
me enfrentan al rostro que suelo evadir.
Y aunque mis pasos se pierdan en charcos,
cada caída me enseña a seguir.

Mírame, en los espejos de la lluvia,
soy una verdad que empieza a nacer.
El pasado se lava en cada tormenta,
y el futuro es un cielo que quiero tejer.

Cuando la lluvia se lleve mi sombra,
y el sol dibuje caminos en mi piel,
seré solo un reflejo en el agua,
pero habré aprendido quién quiero ser.


¿Quieres conocer más a fondo de qué trata esta canción? Déjame compartirte lo que quise plasmar en "Los espejos de la lluvia".

Esta canción nació de un momento de introspección profunda, de esos en los que la vida te obliga a detenerte y mirar dentro de ti. Usé la lluvia como metáfora porque siempre me ha parecido fascinante cómo las gotas parecen reflejar tanto de lo que llevamos dentro. Cada gota representa un recuerdo, un sueño olvidado, o incluso una emoción aparentemente perdida.

Cuando escribí "Los espejos de la lluvia caen del cielo, reflejan pedazos del alma al pasar.", quise decir que cada gota nos devuelve fragmentos de nosotros mismos, esas partes que, a veces, preferimos no mirar. Y en la parte que digo "cada charco, un intento por recordar" esos charcos simbolizan esas oportunidades de volver a conectar con lo que dejamos atrás, con intentos fallidos o sueños que no se cumplieron pero que aún nos enseñan algo.

La parte donde digo "Soy un caminante buscando respuestas, en la música muda que el agua dejó", esa "música muda" de la que hablo tiene que ver con las enseñanzas silenciosas que surgen al observar nuestros cambios internos.

En el puente quise profundizar un poco más, preguntándome –y preguntándote–: ¿Y si somos gotas buscando un océano? ¿Y si caer es solo un paso más? Me gusta pensar que cada caída nos lleva a algo más significativo, incluso si no lo entendemos al principio.

Al final de la canción, cuando digo: "El pasado se lava en cada tormenta, y el futuro es un cielo que quiero tejer", lo que intentaba transmitir es esperanza. Quise dejar claro que, aunque enfrentarnos a nuestras propias tormentas puede ser difícil, siempre hay un sol detrás de las nubes, listo para iluminar nuevos caminos.

Esta canción es, en esencia, un viaje de autodescubrimiento, un recordatorio de que incluso en las caídas y en los momentos oscuros, hay belleza, transformación y la oportunidad de descubrir quién realmente queremos ser. Ojalá al escucharla encuentres en ella un reflejo de tus propias experiencias.

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Aviso: Las voces en este video no son reales y han sido generadas aleatoriamente a través de una plataforma de música artificial.