Menhir de los Corazones Paganos (ópera version)

texto: Dante Ariza
música: generada con suno ia

Menhir de los corazones paganos,
guerrera del barro, sangre y penacho,
óxido de metal, maquillaje añejo y sudor.

Efluvios de vicio exuda tu piel incrustada de pecado, hasta disolver el oropel palaciego de una musa ortodoxa en un coro de pies mulatos.

Los brazos de tu galaxia lactómeda abrazándose en espiral, decapitando voluntades con el polvo estelar de tu falda raída.

Una serpiente cruza el desierto y su huella es la trayectoria ingrávida de tus caderas dejándose encumbrar por el misterio y la furia de tus muslos encharolados de transpiración morena.

En estampida se ocultan las fieras ante tu alquimia de brasas, cuando en eyaculación psicotrópica izas famélicas de tormenta, y no escasas de tormento, las velas negras de tus greñas, que al caer son como un derrame de sombras flamígeras sobre el arco de apolo.

Vives el roce de tu alma con el mundo como un aparearte con tu propia aura ramera.
Porque no hay macho con mandíbula suficiente para morder el cortejo que percutan tus pechos en celo, cuando hieres a la noche de desvelo, al aspirarla entre coces y goces.