Pablo Hasél,,, Conmigo no pudieron (prod. Marc hijo de sam)

Inspirada en una guerrillera naxalita. Letra:

La guerrillera llora sola por la jungla,
Sus compañeros muertos a escasos metros
Parecen decirle: - No te rindas nunca.
La vista se le nubla huyendo de los cuerpos.

Empapada de sangre de los camaradas,
Sabe que muy pronto la alcanzarán a ella
Y recuerda en una cueva camuflada
Que no puede tener una muerte más bella.

Que sólo tiroteada al lado de su amor
Hubiera sido mejor la inevitable despedida.
Pero el enemigo con su vida acabó
Hace siete meses en una acción fallida.

Hoy les han hecho una imprevista emboscada,
Ha sobrevivido por ir la última en la fila,
Pero sabe que está más que atrapada
Y que la muerte será la única salida.

Su pasado en flashes invade rápido su mente,
Sus manos tiemblan pero sostiene el fusil,
Presiente/ que están cerca más de veinte
Militares rabiosos dispuestos a hacerla sufrir.

Su hermana por ellos fue violada
Cuando sólo era una niña de nueve años,
Entonces sin dudarlo se pasó a la lucha armada
Y dijo: -Antes que esclava, les hago daño.

Ya se ha llevado a bastantes por delante
Desde que cambió cadenas por balas,
Se mentaliza de que antes de marcharse
Ha de causar bajas a quienes la acorralan.

Con sólo unos minutos para coger fuerzas
Besa la foto de su pareja y sale en busca
De los cobardes que parecen perros de presa
Por si la cogen con vida y la hacen su puta.

Sin despegarse del gatillo ni medio segundo
Avanza agotada pero lista para disparar,
No le cabe más pena pero en lo más profundo
Siente la felicidad de irse con dignidad.






Ansiosa por comprobar si más allá
Se encontrará con su amado guerrillero,
Aquí sólo le queda la lucha por no acabar
Haciendo que un explotador gane dinero.

Si no hubiera entrado en la guerrilla
Hubiera acabado cosiendo para Nike o Zara
Por arroz y agua todo el día o prostituida
Sin poderse escapar, de muerte amenazada.

Pero tuvo claro que antes muerta, que eso.
Como tantos otros soldados de la libertad,
Porque siempre supo que no hay peor preso
Que el que por ser libre no quiere luchar.

Recuerda el momento en que lo decidió
Y una sonrisa conquista su cara sudada,
No reza porque la Revolución es su Dios
Y no la protege él, sino su fiel arma.

De repente tras unos árboles ve al enemigo
Y dispara manteniendo la sangre fría,
Sus gritos le cuentan que a varios ha herido,
Siempre soñó que a tantos aniquilaría.

Sigue disparando hasta que cae fulminada,
Sintiendo el ardor de su sangre por medio cuerpo,
La han alcanzado cinco balas y aún disparan
Sin acertar mucho por la oscuridad y el desconcierto.

Los ojos se le cierran y sabe que es el fin
No sin antes sentir el llanto del mundo entero
Y pensar: -Me han matado pero vencí,
Porque sus cadenas conmigo no pudieron.