Terms Of Endearment (1983). Dir. James L. Brooks

𝑳𝒂 𝒎𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒉𝒊𝒋𝒐𝒔: ¿𝒖𝒏 𝒅𝒖𝒆𝒍𝒐 𝒊𝒎𝒑𝒐𝒔𝒊𝒃𝒍𝒆?

La hiperestimación de un hijo supone otorgarle toda perfección posible mientras queda velado todo defecto.

𝑺𝒆 𝒊𝒎𝒑𝒐𝒏𝒆 𝒍𝒂 𝒓𝒆𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒚 𝒗𝒖𝒆𝒍𝒗𝒆 𝒆𝒏𝒅𝒆𝒃𝒍𝒆 𝒍𝒂 𝒊𝒏𝒎𝒐𝒓𝒕𝒂𝒍𝒊𝒅𝒂𝒅 𝒅𝒆𝒍 𝒚𝒐. Por distintos motivos, para un padre 𝒔𝒖 𝒉𝒊𝒋𝒐 𝒏𝒐 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆 𝒎𝒐𝒓𝒊𝒓; porque esto lo encerraría para siempre en un laberinto de confrontaciones con sus propios deseos reprimidos.

"𝖤𝗇 𝗅𝖺 𝖼𝗅í𝗇𝗂𝖼𝖺 𝗎𝗇 𝖽𝗎𝖾𝗅𝗈 𝖺𝗍𝖺𝗌𝖼𝖺𝖽𝗈 𝗈 𝖽𝖾𝗍𝖾𝗇𝗂𝖽𝗈 𝗉𝗋𝖾𝗌𝖾𝗇𝗍𝖺 𝖿𝖾𝗇ó𝗆𝖾𝗇𝗈𝗌 𝖾𝗇 𝗏𝖾𝗓 𝖽𝖾 𝗌í𝗇𝗍𝗈𝗆𝖺𝗌, 𝖿𝖾𝗇ó𝗆𝖾𝗇𝗈𝗌 𝖽𝖾𝗅 𝗈𝗋𝖽𝖾𝗇 𝖽𝖾𝗅 𝗁𝖺𝖼𝖾𝗋, 𝖽𝖾𝗅 𝗆𝗈𝗌𝗍𝗋𝖺𝗋, 𝖾𝗌𝖼𝖾𝗇𝗂𝖿𝗂𝖼𝖺𝗋, 𝗊𝗎𝖾 𝗌𝖾 𝗋𝖾𝗉𝗂𝗍𝖾𝗇 𝖾𝗇 𝗎𝗇 𝗂𝗇𝗍𝖾𝗇𝗍𝗈 𝖿𝖺𝗅𝗅𝗂𝖽𝗈 𝖽𝖾 𝗂𝗇𝗌𝖼𝗋𝗂𝖻𝗂𝗋 𝗅𝗈 𝗍𝗋𝖺𝗎𝗆á𝗍𝗂𝖼𝗈 𝖽𝖾 𝗅𝖺 𝗉é𝗋𝖽𝗂𝖽𝖺, 𝖿𝖾𝗇ó𝗆𝖾𝗇𝗈𝗌 𝗊𝗎𝖾 𝗇𝗈 𝗅𝗈𝗀𝗋𝖺𝗇 𝗂𝗇𝗀𝗋𝖾𝗌𝖺𝗋 𝖾𝗇 𝗅𝖺 𝗍𝗋𝖺𝗆𝖺 𝗌𝗂𝗆𝖻ó𝗅𝗂𝖼𝖺", dice Liliana Cazenave. 𝑨𝒍𝒍í 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒏𝒐 𝒐𝒑𝒆𝒓𝒂 𝒖𝒏 𝒔í𝒏𝒕𝒐𝒎𝒂 𝒆𝒔 𝒊𝒎𝒑𝒐𝒔𝒊𝒃𝒍𝒆 𝒆𝒍 𝒍𝒖𝒕𝒐 𝒚 𝒔𝒖 𝒄𝒊𝒆𝒓𝒓𝒆. Solo el tiempo ayuda, no siempre, a atenuar esos fenómenos. Los psiquiatras debemos acompañar con solemnidad, solo eso. En algún momento aparecerá (por mutación) el síntoma con el cual trabajar.

Escena de "Terms of Endearment" (1983). Dir. James L. Brooks. Solo Shirley MacLaine (hoy con 90 años) pudo haber construido semejante personaje: 𝐞𝐥𝐥𝐚 𝐬𝐮𝐩𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐡𝐚𝐛í𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐢𝐝𝐨 𝐚 𝐬𝐮 𝐡𝐢𝐣𝐚 𝐩𝐨𝐫 𝐞𝐥 𝐜á𝐧𝐜𝐞𝐫 𝐚𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐪𝐮𝐞 𝐭𝐨𝐝𝐚 𝐯𝐨𝐳 𝐝𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭𝐚𝐫𝐚 𝐥𝐨 𝐫𝐞𝐚𝐥.