EL TORTA_Solea

La soleá, estilo flamenco considerado el centro neurálgico del arte jondo, en su estructura musical guarda buena parte de los elementos rectores (melodías, ritmos, armonías) de la estética musical flamenca.

La soleá puede considerarse como el perfecto equilibrio del cante flamenco, al albergar su estructura musical gran parte de los elementos rectores de la estética musical flamenca. Por su compás, la tonalidad modal y los melismas de su melodía.

La soleá es uno de los bailes más emblematicos del flamenco y, tal y como ocurre en el cante, su ejecución reune todos y cada uno de los elementos esenciales de la estética bailable del flamenco.

la soleá es, además de un género flamenco, un complemento genérico que agrupa a otros géneros como el polo, la caña, las cantiñas y las bulerías.

En el proceso de aflamencamiento, la soleá, tal y como la concebimos en la actualidad, pasó de ser cante para acompañar el baile a ser cante para escuchar ralentizando sensiblemente su compás.

Podemos diferenciar varios tipos de soleá grande (de cuatro versos), de la de cambio (para rematar y en otra tonalidad), la soleá por bulerías (armonía de soleá y compás de bulería), la soleá corta, la soleariya (soleá de melodía abreviada con el primer verso reducido a cuatro silabas), la soleá apolá (con la que se cierra el polo, otro tipo de soleá de triana), la de preparación (para comenzar un cante determinado), y las de zurraque (propias de los alfareros).