Libertad Lamarque Mis Flores Negras

Es una paradoja decir que Libertad Lamarque es una mujer sin lágrimas, pero en este dramón de época, donde es hermana de Marga López, se suscitan las más increíbles y dramáticas escenas. Nunca me he imaginado a Ernesto Alonso como alguien por quien se peleen las mujeres, mucho menos las hermanas, pero seguramente era el galán de moda y comparándolo con el otro protagonista, estbaba más que mejor.
La cinta inicia con la cancelación de una boda, anunciada por la novia (Lamarque). Nunca vemos al supuesto novio pero ella y su hermana salen de viaje a las montañas. Un viaje que dura 9 meses y del cual traen de regreso a una niña (que de grande es Alma Delia Fuentes). No dicen de quién es hija, para que uno haga conjeturas. Poco a poco nos vamos enterando la enmarañada verdad:
Lamarque siente profundo cariño por el marido de su hermana. López sedujo al novio de Lamarque y quedó embarazada de él. Lamarque cancela la boda con el padre de su sobrina y después finge ser la madre, para que la reputación de López siga siendo inmaculada. Pasa el tiempo y todos se reúnen de nuevo ante la enfermedad del cuñado de Lamarque, pues Ernesto Alonso, padre de la criatura, es el único médico que puede salvarlo!!
Y después dicen que no tenemos lágrimas!!

MIS FLORES NEGRAS

Oye: bajo las ruinas de mis pasiones,
Y en el fondo de esta alma que ya no alegras,
Entre polvo de ensueños y de ilusiones,
Brotan entumecidas mis flores negras.

Ellas son mis dolores, capullos hechos,
Los intensos dolores que en mis entrañas
Sepultan sus raíces, cual los helechos
En las húmedas grietas de las montañas.

Ellas son tus desdenes y tus rigores;
Son tus pérfidas frases y tus desvíos;
Son tus besos vibrantes abrasadores,
En pétalos tornados negros y fríos.

Ellas son el recuerdo de aquellas horas
En que, presa en mis brazos, te adormecías,
Mientras yo suspiraba por las auroras
De tus ojos… auroras que no eran mías.

Ellas son mis gemidos y mis reproches
Ocultos en esta alma que ya no alegras;
Son por eso tan negras como las noches
De los gélidos polos… mis flores negras.

Guarda, pues este triste débil manojo,
Que te ofrezco de aquellas flores sombrías;
Guárdalo, nada temas, que es un despojo
Del jardín de mis hondas melancolías.

JULIO FLÓREZ