Historia de la ganadería argentina. De las vaquerías a los saladeros.

El primer animal introducido por los conquistadores fue el caballo, útil para acortar distancias y en la lucha contra el indio. Los nativos se asustaban ante este animal que nunca habían visto. Creían que jinete y caballo era un mismo animal.

Luego fueron introducidos los vacunos. Se reprodujeron libremente en todo el territorio americano, especialmente en la llanura pampeana, constituyendo una riqueza espontánea para estas tierras. Así nacieron las vaquerías, las excursiones de caza destinadas a faenar en el campo al ganado cimarrón, para hacerse de sus valiosos cueros. Hacienda baguala, que vagaba libremente en estado salvaje, sin dueño y sin límites que acotaran su territorio.

Con la estancia colonial las haciendas fueron confinadas e identificadas con una marca para garantizar la tenencia de su propietario. Se necesitaba gente preparada para estas labores campestres. Nació así el prototipo característico del campo argentino: el gaucho. Sus usos y costumbres, su gastronomía, su atuendo, su música pasarían a ser un símbolo del ser nacional. La pampa, el gaucho, la hacienda y su carne fueron el sello distintivo, ante el mundo, que caracterizarían a esta parte sur del continente americano.

Con el saladero nace la primera industria criolla. Sus productos, la carne hecha tasajo y los cueros de los animales faenados, se transformaron en una importante fuente de riqueza que promovió a la Ciudad de Buenos Aires por la importancia estratégica de su puerto para tales exportaciones, asignándole en el futuro un rol central en las decisiones económicas y políticas de la Argentina.

Este video es una reconstrucción de esta historia, a través de importante material iconográfico, actualmente depositado en museos y colecciones particulares, que documentan esos años del surgimiento de una Nación.