Casa en Pravia, Asturias

Peñaullán es una población ubicada en un paraje extraordinario, a tan solo 1,5 kilómetro de la capital del concejo Pravia, en Asturias. Pravia, villa histórica, fue capital de Asturias en el siglo VIII.

La aldea de Peñaullán tiene 450 habitantes aproximadamente, dispone de un apeadero de tren, y de varias paradas de autobús. Pertenece a la comarca del Bajo Nalón, maravilloso y fértil vergel donde la actividad económica se basa en la agricultura, la pesca y los servicios. Comprende las localidades de Pravia, Soto del Barco, Muros del Nalón, San Esteban y San Juan de La Arena. El entorno es digno de visitar y comprobar en persona sus bucólicos contrastes, su proximidad a la costa y sus bonitas playas.

La propiedad que ofrecemos se compone de tres inmuebles. Una casa adosada, una cuadra y un hórreo.

La casa necesita una reforma completa que incluye todos los elementos que conforman el inmueble, desde el tejado pasando por las ventanas, suelos, paredes, electricidad o fontanería. Tiene 146 m2 construidos y su construcción se remonta al principio del siglo pasado.

La planta baja a la que se accede por su fachada sureste se compone de una espaciosa cocina orientada al sur con una típica configuración rústica de la época y que da paso a una amplia dependencia bien iluminada y orientada al norte que puede hacer las funciones de salón comedor.

Desde la cocina y a través de unas escaleras de madera se sube a la segunda planta donde entramos a un pequeño distribuidor que nos da acceso a una amplia habitación orientada al norte, dotada de una sucesión de ventanas que la hacen muy iluminada y que distribuye el paso a dos habitaciones más pequeñas. Una orientada al este y la otra orientada también al norte. Volviendo al pequeño distribuidor podemos acceder a la habitación principal, muy bien orientada al sur y al este, muy iluminada y que da paso un bonito y típico corredor de madera y a una pequeña dependencia que podría, en un futuro hacer las funciones de baño.

Aneja a la vivienda se encuentra una cuadra que se divide en dos alturas, la planta baja todavía conserva la fisonomía del uso original y la segunda planta destinada al pajar, a la cual solo se accede desde el exterior.

Muy cerca de la casa y el pajar se encuentra el hórreo, que se sustenta sobre unos pilares o pegollos de hormigón que sustituyen a los tradicionales de madera de castaño. El estado del hórreo necesita un acondicionamiento y una minuciosa revisión del tejado.

Al otro lado de la carretera y justo enfrente de la casa podemos pasar a una excelente finca llana, edificable, muy bien orientada, con una superficie de 1.200 m2 aproximadamente y que se erige en la ‘joya de la corona’ de esta interesante oferta.

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