Los comienzos de la aviación comercial en el Uruguay nacieron gracias a iniciativas de emprendedores, que estaban interesados en la explotación de este negocio, siendo en su mayoría, extranjeros que veían una veta en este país, realizando principalmente vuelos hacia y desde el extranjero siendo Argentina, uno de los destinos principales. Fuera de esto, salvo algunos escuetos servicios que se realizaban en épocas de verano, entre Buenos Aires, Montevideo y Punta del Este, no existía una intención de explotar vuelos interiores sin salir del territorio nacional, o sea, lo que se conoce como “vuelos de cabotaje” En Uruguay la aviación se desarrollaba desde ya hacía unos cuantos años, pero no existía una empresa en sí, que cumpliera vuelos con itinerario, ni venta de pasajes, o carga, eran mas bien, proyectos individuales de vida efimera, pero hacia el año 1932, una persona llamada Alberto Márquez Vaeza, de 26 años.
Vaeza comenzó a recibir clases de vuelo, por parte del instructor José A. Lorenzo, ingresando a este extraño mundo que, por aquel entonces, se conjugaba principalmente en el aeródromo de Melilla de Montevideo. Por motivos políticos (la dictadura de Terra de 1933) la actividad aérea en Melilla palideció, y no fue hasta el año siguiente, 1934, que Alberto Márquez Vaeza pudo seguir recibiendo su instrucción para piloto, ahora de parte de José R. Polero, al haberse alejado Lorenzo de la aviación. Este hecho, del cambio de instructor, es importante en esta historia, porque fue en este punto, que Alberto, empieza a pensar en crear una empresa de aviación uruguaya, para brindar vuelos dentro del territorio nacional, siendo a finales de ese mismo año, que Vaeza obtuvo su brevet de aviador N°46 expedido por el Centro Nacional de Aviación (hoy Aero Club del Uruguay), y de esta manera quedando anclado para siempre en el fascinante, pero a su vez casi inexplotado en el país, mundo de la aviación.
Gracias a la adquisición de 4 maquinas de origen británico, construidas por la empresa De Havilland Aircraft Co. Ltd., Hatfield Aerodrome, Herts, comenzaría su andamiaje, la empresa PLUNA, quien a lo largo de 76 años, surcaría los cielos uruguayos, y también de otras regiones del mundo. En esta primera entrega, se cuenta los comienzos de PLUNA y de los 4 aviones De Havilland.
Информация по комментариям в разработке