la participación de #occidente en las#importaciones de #bienes chinos en 2021 fue del 53 por ciento y tuvo un valor de 1,25 billones de euros. La participación occidental se encuentra en niveles altos o muy altos para muchos productos clave importantes, como maquinaria, instrumentos altamente especializados y semiconductores. La participación de Occidente y #taiwan en el producto de importación chino más importante, los semiconductores, es del 68 por ciento. Pero Occidente también representa una alta proporción de más del 90 por ciento de las importaciones chinas de otros bienes importantes, como algunos alimentos como la carne y los cereales, ciertas materias primas como el mineral de hierro y el oro, y también algunos productos de lujo como los perfumes. China también tiene las relaciones importación/exportación más altas de materias primas y productos alimenticios, es decir, importa significativamente más de lo que exporta. Estos son aproximadamente 60 a 1 para los minerales, 36 a 1 para la carne y 18 a 1 para los cereales.
El análisis de las dependencias de #china respecto de Occidente es importante porque contribuye a una visión más diferenciada de las dependencias mutuas con respecto a China. Además, los resultados proporcionan indicaciones iniciales sobre dónde podrían encontrarse las amenazas potenciales a las sanciones comerciales occidentales en caso de un conflicto geopolítico.
Hace cuarenta años, después de un largo período de estancamiento #económico China no estaba entre las ocho principales #economías del mundo. Hoy, gracias a una impresionante transformación social y #económica que comenzó a finales de los años 1970, China está en camino de superar a #estadosunidos Unidos como la #economía número uno del mundo en unas pocas décadas, si no antes. Según algunas medidas, ya lo ha hecho. Vivimos en lo que muchos llaman ahora "el siglo chino".
La #economía de China es la segunda más grande del mundo, sólo detrás de Estados Unidos. Pero después de tres décadas de crecimiento espectacular, China está entrando ahora en una fase de crecimiento más lento, resultado inevitable de su transición de una economía en desarrollo a una economía más madura y desarrollada. En las décadas de 1980, 1990 y principios de la década de 2000, el crecimiento anual del #pib de China superó con frecuencia el 10 por ciento, con un crecimiento estimado para 2019 del 6,3 por ciento, aunque es probable que se acerque más al 6 por ciento debido al impacto de la guerra comercial entre #estadosunidos Unidos y China.
El #crecimientoeconomico que en las últimas décadas ha sido impulsado por la manufactura basada en las #exportaciones ahora depende más del consumo interno. El aumento resultante en el gasto de consumo representa una gran oportunidad para las empresas australianas que pueden dirigir con éxito sus productos y servicios a un público chino cada vez más rico. También se alienta a las #empresas extranjeras a #invertir en áreas clave como manufactura avanzada, ahorro de energía, protección ambiental y servicios modernos. Una regulación más estricta sobre conservación de energía y protección ambiental también presenta una oportunidad para las empresas australianas.
La percepción de China desde la década de 1980 como un centro manufacturero predominantemente de bajo costo, donde efectivamente sirvió como un productor económico para marcas globales, está cambiando a medida que crece la economía. Los crecientes costos laborales y el envejecimiento de la fuerza laboral han causado que los márgenes de #ganancia de los fabricantes disminuyan constantemente. Como resultado, si bien la racionalización de costos sigue siendo una característica atractiva del mercado chino, las empresas globales y locales están comenzando a cambiar sus #estrategias para aprovechar a China como motor de crecimiento. Actualmente, aproximadamente un tercio de los líderes empresariales mundiales clasifican a China entre las tres principales regiones que generarán crecimiento durante el próximo año.
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