TEST DINÁMICO HYUNDAI TUCSON N LINE MILD HYBRID HIGHLIGHTS & ACTIONS | By

Por primera vez llega al mercado español el Tucson N Line, Hyundai también apuesta por el acabado más deportivo en su SUV de referencia. Una versión que no sólo cuenta con características de diseño interior y exterior específicas, sino también puesta a punto exclusiva en suspensiones y dirección.

Como rasgos distintivos se encuentran los paragolpes y la parrilla que aparecen con cromados oscurecidos. Otra de sus señas de identidad son las llantas oscuras de aleación de 19 pulgadas así como los retrovisores y el alerón trasero en negro brillante. Los faros delanteros con bisel oscuro, el nuevo diseño de las luces diurnas de LED y las líneas de cintura de la ventana completan el aspecto N-Line del Tucson 2018.

El interior llega equipado con asientos deportivos específicos de la línea N y pespuntes en rojos. Los pedales también son deportivos de aleación y la palanca de cambios N está revestida en cuero.

Además del acabado N Line, otra de las novedades que equipa nuestra unidad de pruebas es la micro hibridación. En esta caso combina la tecnología híbrida con el motor diésel 1.6 CRDi de 136 CV. Este sistema se basa en una batería de 48 voltios, un sistema generador y motor de arranque Mild Hybrid además de un convertidor LDC. También está equipado con una red eléctrica convencional de 12 Voltios, por lo tanto, parte de la energía almacenada en la batería de 48 también se puede utilizar para estabilizar el suministro energético.

La batería de iones de litio se encuentra bajo el maletero, mientras que la unidad Mild Hybrid está montada en el motor de combustión. Una correa conecta a ésta al cigüeñal, así, el sistema recupera energía cinética: hasta 12 kilowatios y 55 Newton metro de par.

Esta tecnología Híbrida lo que hace es mejorar significativamente la economía de combustible y las emisiones de CO2 hasta un 7%. El sistema apoya al motor de combustión interna, compensando con un plus de potencia durante las diferentes etapas de la conducción. Ayuda a que el motor arranque de manera más rápida y suave. El motor de arranque convencional de 12V solo se usa para el arranque inicial si el aceite del motor aún está frío y se requiere un par de arranque más alto.

Las características de diseño dinámico se complementan con ajustes de suspensión adaptados para que experimentemos una conducción más deportiva. La suspensión trasera del Tucson N-Line ofrece un 5% más de rigidez y un 8% más en la parte delantera, mientras que los cambios de software en la dirección le dan una sensación lineal más directa al volante.

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