Linares de Mora es una pequeña localidad situada a 1.311 metros de altitud sobre el nivel del mar, en pleno corazón de la Sierra de Gúdar, en la comarca de Gúdar-Javalambre, en la provincia aragonesa de Teruel.
Esta pequeña villa de 232 habitantes (2023), declarada Conjunto Histórico-Artístico, Bien de Interés Cultural y Pueblo Mágico, muy pintoresca, es de origen árabe, aunque su aspecto actual hace referencia a la época medieval, tanto por los restos de muralla, portales, castillo, y sobre todo por su trazado urbano.
Vamos a dar un paseo y recorrer este precioso municipio, así como el paisaje que lo rodea.
La localidad se encuentra en el Valle Alto, margen izquierda del río Linares, sobre un asentamiento rocoso rodeado de montañas. La trama urbana del conjunto se caracteriza por su perfecta integración del marco natural en el que se ubica, en la parte alta de una roca, lo que le confiere una gran majestuosidad. Este hecho va a propiciar que su trama urbana y su caserío de arquitectura popular se adapten perfectamente a la orografía tan particular en la que se asienta, mostrando una gran cantidad de perspectivas, perfiles y matices.
La villa fortificada de Linares de Mora tiene un urbanismo, escasamente modificado, típico de una villa bajomedieval amurallada, con un caserío homogéneo en el que se encuentran interesantes ejemplos de construcciones medievales (castillo, murallas, portales de muralla…) y barrocas (iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción), así como viviendas notables y otras más populares, unificado todo ello a través de un trazado urbano regular y con los tonos cromáticos de las construcciones encaladas y con tejados rojizos de teja árabe.
Observamos su regular trazado, con ausencia de espacios abiertos y su homogéneo tejido urbano, con edificaciones de tres alturas y doble fachada, situadas en calles a distinto nivel, en las que se hace patente la presencia de abundantes huecos y balconajes en sus fachas principales.
La imagen de la villa viene marcada por dos elementos: los restos de su castillo (siglo XIII), situado en el punto más elevado de la roca, y por la iglesia parroquial de la Inmaculada Concepción, del siglo XVIII, obra maestra del barroco turolense, dotada de campanario exento, separado unos metros de los pies de la iglesia.
Construida sobre un cerro frente a la población se encuentra la Ermita de Santa Ana, la cual la observamos en las imágenes. Construida en mampostería, posee portada adintelada, realizada en sillería, y una hermosa espadaña de dos vanos de medio punto de sillería a los pies.
Hemos podido comprobar por qué Linares de Mora está dentro de la red de Pueblos Mágicos.
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