Himno 567 a la diosa Nut, de los textos de las Pirámides
Gracias al excelente trabajo de investigación de Rafael Pérez Arroyo, con la colaboración de Syra Bonet, que se extendió a lo largo de más de diez años, podemos ahora disfrutar del placer de escuchar la reconstrucción hecha por ellos de los Himnos de los Textos de las Pirámides.
Cuantas veces nos hemos preguntado como cantarían los hombres en el Antiguo Egipto. Para semejante aproximación musicológica, como podréis comprender, tuvieron que realizar profundos y meticulosos trabajos de investigación en campos tan dispares como la música copta, la instrumentación conservada en los museos, estudios filológicos sobre la métrica y la fonética de semejantes textos, o estudios iconográficos, por mencionar solamente algunos ejemplos.
La parte vocal fue motivo de estudios particularmente complicados. Los modelos de las liturgias cristianas coptas o los ritmos nubios se han tomado como herencias vivas de la tradición musical faraónica.
Tuve la suerte de comprar este magnífico trabajo del Profesor Arroyo en el Monasterio de Silos en Burgos hace ya unos años. Tengo que confesar que me enamoré de esta música a primera "oída". Ahora quiero compartir uno de los himnos con todos vosotros. Concretamente el 567 del que el Profesor Arroyo dice textualmente:
Himno dedicado a la diosa Nut (Nuwat).
Este himno de gran belleza, procedente de la pirámide de Pepi I, (2332-2283 a.C.) VI Dinastía, en Saqqara, es claramente de origen heliopolitano, y se remonta probablemente a la V Dinastía 2500a.C. El texto hace referencia a la purificación del rey Pepi en el 'Campo de los Juncos' y exalta al espíritu del Rey, a su Ka, para que vuele como un halcón hacia el cielo. Se invoca al dios Shu para que le ayude a volar hacia el mundo celeste y a la diosa Nut para que le de la mano y de esta forma pueda convertirse en una estrella imperecedera del firmamento.
La diosa Nut, 'Señora de Heliópolis', se representaba como una mujer arqueada sobre la tierra con su cuerpo cubierto de estrellas y astros. Es la deidad que representa al universo físico, a la bóveda celeste nocturna y diurna que alumbra al sol cada mañana. El dios Shu, de origen heliopolitano cuyo nombre significa 'estar vacío', es el aire que se encuentra entre el cielo y la tierra. Sus huesos pueden adivinarse en el cielo en forma de nubes que ayudan al rey en su ascensión a las alturas.
La música profundamente mística en la que se ha enmarcado este himno es de estructura pentatónica e incluye una fórmula melismática para el Aleluya parcialmente incluida en un antiguo himno copto.
Música compuesta y arreglada por Rafael Pérez Arroyo. Texto traducido y fonetizado por Jose María de Diego Muñiz."
El texto dice así:
Igual que Ra se ha purificado en el "campo de los juncos",
Igual que Horus se ha purificado en el "campo de los juncos",
Así se ha purificado el rey Pepi en el "campo de los juncos"
Oh Shu, levántale, al rey Pepi, Oh Nut dale tu mano,
Aleluya, aleluya, que vuele él, volando.
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