El chiringuito, auténtico templo de verano, es el emblema nacional veraniego. ¿Cuál es el secreto del chiringuito? Básicamente, que es un bar en la playa, todo un placer.
Con el sofocante calor de este cálido verano, en la orilla de las playas de Punta Umbría, provincia de Huelva, con un arenal que quema las plantas de los pies, y tras darse un baño en sus templadas aguas, el olfato a sardinas y la boca seca como esparto nos conducen a un chiringuito, siempre cercano. ¡Estamos en el paraíso!
Tenemos claro que un chiringuito es un pequeño local situado en la playa donde se puede tomar algo y en el que habitualmente también sirven pescado. La RAE registró la palabra en 1983 con dos significados: uno significa “quiosco o puesto de bebidas al aire libre”, y el otro, “chorrito menudo”. Y es precisamente esta segunda acepción la que nos lleva a la isla de Cuba, la verdadera cuna de la palabra.
Cuentan que, durante el siglo XIX, los trabajadores de las plantaciones de caña de azúcar se tomaban un café cuando paraban a descansar. Cogían una media, la llenaban de café y después le echaban agua. La media hacía de colador, servía para filtrar el café. Pues bien, al chorrito que salía de esa media lo llamaban chiringo. Con el paso del tiempo, se crearon pequeños quioscos de caña y hojas, y allí los campesinos descansaban y se tomaban su café. “Vamos al chiringuito”, decían.
El origen del chiringuito en España se encuentra en Sitges, al sur de Barcelona, gracias a numerosos indianos de la burguesía catalana que se asentaron allí. Hablamos de 1913. El chiringuito, más tarde, fue el nombre que el periodista madrileño César González Ruano le dio al pequeño bar de la playa, en Sitges, en el que solía escribir. Fue un personal homenaje del periodista a sus viajes por Cuba. Nosotros, que somos muy de metonimias, trasladamos la marca de Sitges a todos los bares playeros.
Hoy, el primer chiringuito de España sigue levantado en la playa de Sitges, con aspecto muy marinero.
Y las playas de Punta Umbría no quedan exentas de esta explosión de chiringuitos. Desde la Punta de la Canaleta hasta El Portil, más de una veintena de chiringuitos salpican los 14 kilómetros de playa que posee este municipio onubense.
En las imágenes hemos captado varios de ellos, enclavados entre la carretera y la playa, en un precioso paisaje de una inmensa playa con arenal dorado. “Nómada”, “Costa Recife”, “Chiringuito der Matías”, “Enebral (El Pirata)”, son algunos ejemplos. Más adentrados en el pueblo, “Natural Beach”, “Camarón”, “Cazorla”, “El Tabla Beach”, y un largo etcétera, son muy representativos de Punta Umbría.
Pero todos los chiringuitos no son iguales. El chiringuito clásico, o de toda la vida, es el paradigma del bar playero. Están hechos a retales, testigos mudos de la historia del bar. Una barra de madera, un suelo de otra madera distinta, una pérgola de aluminio, cuatro tipos diferentes de sillas y mesas de plástico de marcas de bebida…donde se consume preferentemente cerveza, tinto de verano y refrescos, además de patatas de bolsa y sardinas, el plato estrella de los chiringuitos de Punta Umbría.
Con la estandarización de los espacios playeros para el reclamo turístico, nacen los chiringuitos modernos. Así, podemos encontrar chiringuitos que son verdaderos restaurantes, casi de lujos; otros son bares de copas, etc., pero todos tienen su esencia y clientela. ¡Es que estar junto a la playa…!
Después de este repertorio de chiringuitos se nos ha despertado la sed y el hambre. ¡Al chiringuito!
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