LOS WAYUÚ SON AMOROSOS ❤️ SECRETOS DE LA GUAJIRA ➡️ Valen de viaje 🧭 Bitácora

00:00 Visitando la Guajira.
02:09 Nuestro guía en la Guajira.
03:18 Los secretos de la Guajira.
04:46 Probando la chicha de los Wayuú.
05:42 Medicinas Wayuú.
06:26 Probando Chirrinchi en la Guajira.
08:20 ¿Cómo se dice amigo en wayuunaiki?
10:02 Tejido Wayuú paso a paso.
12:00 ¿Por qué los Wayuú no hablan mucho?
12:50 Guajira venezolana y colombiana.
13:39 Baile Wayuuú.
14:42 Protección Wayuú.
17:01 Ritual o velorio Wayuú.
19:20 Conociendo Maicao

Tenía mucho tiempo queriendo visitar La Guajira, pero siempre había un PERO. Que la zona es peligrosa. Que nadie te garantiza salir de ahí con vida. Que los wayúu son violentos. Que te roban el carro. Pero nunca acepté un no por respuesta. Estaba empeñada en llegar con Bitácora a todas las fronteras y si lo habíamos logrado hasta la Piedra del cocuy ¿Cómo es que la Guajira se nos pondría tan esquiva? Hicimos un contacto con un antropólogo wayuu quien se ofreció a ser nuestro guía y ahuyentó todos los temores. “Somos gente de bien y atentos anfitriones”, me dijo. Y yo soy de creer. Así me ha ido muy bien.

Entonces, emprendimos camino en nuestros carros de Bitácora hasta el estado Zulia, buscamos a nuestro guía en Sinamaica y todo empezó tan, pero tan bien, que su esposa me prestó unas mantas para hacer el capítulo completo. Jamás olvido mi emoción vistiéndome de manta wayú y comprendiendo por qué adoptaron ese vestuario. Es super cómodo, fresco, con el aire entra y sale aliviando esos vaporones zulianos, nada te aprieta y encima son vistosas. Algunas bordadas y otras más sencillas como de diario que eran las mías. Así que nos metimos a visitar el mercado de Los Filúos en Paraguaipoa. ¡Fascinante! Lleno de productos que jamás habíamos visto. El chirrinche y el coquinche. Bebidas ancestrales de la etnia wayúu que se conservan h asta siempre. Los ovejos asados y todas las demás carnes porque el wayúu come todo asado y la vida y los acuerdos y las contras se celebran con un ovejo.

Estuve delirante cuando llegamos a un hogar wayúu y pasamos de una vez a la enramada, porque es ahí donde se duerme, donde se recibe a la visita. El sitio más importante porque ahí se sueña y la vida del wayúu la conducen los sueños. Si un wayúu sueña con alguien y es premonitorio de algún percance, es capaz de caminar días solo para avisarle. Pasamos una noche ahí, en sus hamacas tejidas de todos colores, hamacas grandes que arropan y tapan porsia algún espíritu resuelve acercarse a saludar esa noche. Fuimos igualmente a un baile de yonna. Tradición preciosa donde se dan vueltas y vueltas. Yo te juro que me sentí wayúu. Dichosa. Que pertenecía a esa estirpe a pesar de que mi abuelo Carlos Montiel Molero – del Zulia por supuesto – siempre dijo que éramos de los Montiel Montieles de la calle derecha. Es decir… no wayú. En ese viaje estuve segura que se equivocó. Años después supe qué fue lo que me hizo sentir tan bien y segura, contenta y radiante durante los tres días de la Guajira. Pero eso te lo cuento en mis comentarios. Así que goza este viaje a La Guajira y suscríbete a mi canal.


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