El primer día de pesca armamos una zona de cebo, analizamos el fondo y las condiciones. La zona de cebo fue creada principalmente con productos Undercarp: SSJ Pellets, y los cebos utilizados fueron Harinado SSJ Classic y SSJ Cheese, el fondo era de sedimento barroso muy blando, el agua estaba turbia a diferencia de las veces anteriores que siempre fue cristalina, la temperatura del agua estaba óptima para la actividad carpera pero era evidente la falta de oxígeno porque no entraba buen caudal de agua y cada tanto se veía algún pejerrey flotar muerto por asfixia. Las líneas utilizadas fueron Feeders Distance y Feeder resorte de único anzuelo simple con terminaciones en bajos con Maíz, Banderitas y Maices pop up.
Si hay algo que las carpas aman es el barro, sus bocas protráctiles succionan el barro del fondo en busca de alimento a lo largo del día y de la noche. Estábamos seguros que este era el lugar indicado, pero pasado el primer día no vimos ningún indicio de las carpas koi, ni contacto visual desde las alturas, ni tailings, nada de burbujeo esponjoso que connote carpas comiendo abajo, nada de nada. Eso sí, la actividad de 3 tipos diferentes de mojarras y pejerrey era notoria, muchísimo pejerrey activo a lo largo de todo el día.
La primer noche fue catastrófica, entrada la tardecita se veía venir por detrás de la sierra unas nubes muy muy cargadas, refusilos y truenos anunciaban el chaparrón. Por la noche comenzó una lluvia intensa con viento que arraso todo y arruino el precario campamento, muchas cosas se mojaron, el frío aumento, pero nada nos iba a detener, como si fuera un ritual cada 2 o 3 horas reloj renovábamos los tiros y nutríamos la zona de cebo.
Después de la tormenta salió el sol, y con el calor en aumento empezó a verse actividad de carpas. Algunos saltos fuera del agua evidenciaban el esplendor de sus escamas rojas y negras, alguna totalmente blanca sacaba su cola fuera del agua en la zona baja boqueando en el fondo en búsqueda de alimento, otras simplemente se asomaban dejando ondas sobre el agua que solo los peces grandes son capaces de hacer, era cuestión de tiempo, estaban ahí, estaban activas, estaban dispuestas a comer.
Pasar de la tranquilidad de estar inmerso en la naturaleza con el sonido de las aves y animales a un pique de carpa es algo hermoso, es adictivo, solo los que han sido testigos de una llevada violenta de carpa después de una larga espera lo saben, es difícil de explicar con palabras, pero es algo así: Muchas veces las carpas no avisan, luego de horas de espera, las cañas reposan con la tanza floja, la tanza dibuja una curva en contraste contra el reflejo del agua, las estrellas de los reeles están desajustadas, y sin previo aviso el momento mágico ocurre, ese que todos esperamos, una carpa se manifiesta, una carpa fue víctima del engaño del pescador y está dispuesta a escaparse de ese anzuelo que la mantiene atrapada con toda su fuerza y voluntad, el reel empieza a sonar de una manera constante, es un grito penetrante que pide auxilio, se está quedando sin tanza, no deja de girar sin parar, se quema por dentro, la carpa está sacando metros de tanza cada segundo, el pescador deja todo lo que está haciendo y va a encañar cuanto antes para librar esa batalla inolvidable, ese tire y afloje, esos minutos en los que el corazón se acelera y la adrenalina corre por las venas, recién cuando la carpa entra en el copo y se saca fuera del agua el pescador se tranquiliza. Bueno, a todo esto, hay que sumarle que no son cualquier tipo de carpas, son carpas koi, el tesoro más preciado para el pescador que hace Carpfishing.
Así fue que una vez que la zona de cebo hizo efecto, las carpas koi se pusieron a comer y la sesión de carpfishing argentino fue un éxito, fueron 15 capturas entre los 4 y 9 kg, todas fueron devueltas al agua luego de batallas épicas e inolvidables en un lugar mágico, todo el contenido audiovisual se va a poder disfrutar por el canal de youtube de Undercarp.
Captura y suelta siempre.
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