plantas más raras del mundo
La naturaleza es asombrosa y está plagada de criaturas que son verdaderamente insólitas. Hoy en Gente Yold hemos querido hacer un repaso de las plantas más extraordinarias que existen a lo largo y ancho del planeta y éste es el resultado. A nosotros, desde luego, nos parecen sacadas de un cuento de fantasía y ficción. ¡Esperemos que os guste!
1- Nepenthes: armas de seducción
Empezamos fuerte con una planta carnívora. También denominada ‘copas de mono’ o ‘plantas jarro’, esta especie es originaria del sudeste asiático. Su principal atracción son las armas de seducción que tiene, ya que está dotada de unas bonitas y atractivas trampas jarra de un color rojo intenso que, al estar llenas de un líquido almibarado, atrae fácilmente a los insectos. Bueno, insectos… y no tan insectos, ya que algunas especies de plantas jarra pueden incluso consumir ratones.
Lo de ‘copas de mono’ viene porque en ocasiones se ha podido ver a estos animales bebiendo agua de lluvia de sus trampas.
2- Wolffia arrhiza: la más diminuta del planeta
Tan solo pesa 0,5 gramos y suponemos que precisamente de ahí le viene el nombre común de ‘lenteja de agua australiana’. Sus dimensiones son igual de diminutas: 0’6 y 0’9 milímetros de largo y de 0’2 y 0’5 de ancho. Para que te hagas una idea, una docena de ellas puede caber cómodamente en la cabeza de un alfiler. Esta peculiar planta, acuática, es originaria de Malasia y Australia y produce unos frutos también de tamaño mínimo compuestos en un 40% de proteína, lo que las coloca al mismo nivel que la soja, y por eso se utiliza como alimento. Eso sí, ¡no imaginamos cuánta cantidad habría que ingerir para saciarse!
3- Rafflesia arnoldii: gigante y pestilente
Y pasamos de la más diminuta a la más grande, porque la también conocida como ‘la flor de la podredumbre’ es la flor más grande conocida: puede llegar a un metro de diámetro y pesar más de 10 kilos. Originaria de las selvas de Sumatra e Indonesia, este tipo de planta no tiene hojas, ni tallo y apenas tienen raíces, por lo que su única vía de obtener nutrientes es a través del árbol al que está adherida. Es decir, es una planta parasitaria. También es conocida por desprender un desagradable olor, de ahí precisamente su sobrenombre.
4- Mimosa pudica: lo suyo sí que es timidez
Lo más peculiar de esta planta es la capacidad de sus hojas de contraerse hacia el tallo cuando siente el contacto de un animal u otro objeto móvil. Simplemente se trata de un mecanismo de defensa ante posibles ataques, pero que nos parece hermosísimo. Pasados unos cuantos minutos, las hojas vuelven a su estado original como si nada hubiera pasado.
5- Dracaena cinnabari: la belleza hecha árbol
Su nombre común es casi tan solemne como el popular: ‘árbol de la sangre del dragón’. Proviene del archipiélago de Socotra, en Yemen, aunque en España contamos con una versión autóctona, llamada Dracaena draco o Drago milenario-. Su espectacular belleza, con una impresionante forma de sombrilla, nos traslada a un mundo casi mágico. Posee una resina de un color rojo intenso -de ahí lo de la sangre del dragón que es utilizada en medicina tradicional desde hace muchos años.
6- Dionaea muscipula: siempre tiene hambre
Seguramente no te suene en absoluto su nombre científico, ni tan siquiera el común: venus atrapamoscas. Pero no nos cabe duda de que seguro que has visto más de una imagen de esta planta carnívora, ya que es una de las más famosas.
Posee singulares trampas, consistentes en una serie de pelillos sobre sus hojas, que detectan la presencia de posibles víctimas mayoritariamente insectos y arácnidos después de que éstas se posen sobre ellas. Lo más increíble es que no cazan a su presa inmediatamente, sino sólo si ésta repite el contacto en los próximos 20 segundos. Así se aseguran de no realizar un gasto innecesario de energía plegando sus hojas sobre un objeto inanimado, sin ningún valor nutritivo.
7- Dionaea muscipula: siempre tiene hambre
Seguramente no te suene en absoluto su nombre científico, ni tan siquiera el común: venus atrapamoscas. Pero no nos cabe duda de que seguro que has visto más de una imagen de esta planta carnívora, ya que es una de las más famosas.
Posee singulares trampas, consistentes en una serie de pelillos sobre sus hojas, que detectan la presencia de posibles víctimas mayoritariamente insectos y arácnidos después de que éstas se posen sobre ellas. Lo más increíble es que no cazan a su presa inmediatamente, sino sólo si ésta repite el contacto en los próximos 20 segundos. Así se aseguran de no realizar un gasto innecesario de energía plegando sus hojas sobre un objeto inanimado, sin ningún valor nutritivo.
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