Las creencias han sido interiorizadas en nuestra mente consciente e inconsciente provenientes de nuestro medio ambiente sobre todo en los importantes años de la infancia, y tienen que ver con nuestra educación cuando empezamos a querer a nuestros padres. Creímos prácticamente todo lo que ellos nos decían y lo dimos por cierto. No sólo respecto de lo que hemos oído, sino de lo que hemos visto.
Cuando a mi me cuentan u oigo algo de que "el mundo es un lugar peligroso" o de que "cuesta mucho ganar dinero", y yo veo materializada esta idea, porque mi padre llega tarde a casa, porque le veo sufrir, le veo preocupado, porque vivo la escasez económica, que al final es escasez energética, entonces como veo materializado aquello que se me dijo en un momento determinado, inmediatamente lo integro en mi vida y voy a convertirlo en creencia, y como consecuencia voy a materializarlo.
Las creencias las instalamos todo el tiempo y también las modificamos.
Por ejemplo la creencia de que los Reyes Magos existen, seguramente ya la cambiamos.
Sería catastrófico sino pudiéramos cambiar creencias. Algunos pensarán que es malo andar descalzo y que se enfermarán si lo hacen, otros pensarán que no sólo es agradable andar descalzo, y lo disfrutarán, y no sólo eso, sino que además ya habrán conseguido romper con esa creencia que para ellos era negativa.
Las creencias se convierten en verdades.
Las creencias de salud son muy fuertes y funcionan por la fuerza que les otorgamos.
Por ejemplo pensamos: "Si mi madre sufrió de migrañas, yo seguramente también las tendré, si mi padre fue calvo, ese es mi destino, a los cuarenta necesitaré gafas inevitablemente igual que mi madre y seré calvo, etc."
Actuamos como si fuera verdad y por eso se manifiestan estos síntomas en nuestra vida.
Hay experimentos médicos publicados en los que se usaron placebos con un grupo de pacientes y medicamentos reales con otro grupo. Al grupo de los placebos se les dijo que era el último grito de la ciencia y lo mejor que había en la actualidad. Los resultados fueron asombrosos, el grupo con placebos mejoró considerablemente en comparación el grupo que tomó los medicamentos reales y que no se le dijo nada espectacular del medicamento, ni de la mejoría. Este es un ejemplo de las creencias en acción.
Otro experimento que también está registrado fue con enfermos de cáncer. A un grupo se le dio quimioterapia normal y al otro grupo se le dio quimioterapia con placebos. Los dos grupos perdieron el cabello. Es otra prueba de la fuerza de las creencias.
Cada quien tiene su sistema de creencias. Creencias con respecto a la familia, con respecto al trabajo, la salud, la alimentación, el sueño, la herencia, etc.
Las creencias positivas o creencias potenciadoras son permisos que actúan sobre nuestras capacidades. Las creencias negativas o creencias limitantes nos frenan y no encontramos las capacidades aunque las tengamos.
Ya sabes: "Si crees que puedes, tienes razón. Si crees que no puedes, también tienes razón." (Henry Ford)
Así de sencillo. Es bueno analizar cuales de tus creencias son creencias potenciadoras en mi vida y cuales creencias no lo son. Darte cuenta cuales no son funcionales para ti y así cambiarlas por otras que si te potencien. Es importante cuidar cuales creencias estoy aceptando en mi vida, ya que me afectan directamente. Y también tomar conciencia de cuidar que creencias estoy implantando en otros, como en niños, ya que se regirán por ellas.
Es un fragmento de la pelicula Simplemente no te quiere (Hispanoamérica)
¿Qué les pasa a los hombres? (España), su titulo original es He's just not that into you (2009) es una película dirigida por Ken Kwapis.
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