La Promesa del Capitán. El Parque Jaime Duque iba a quedar en Villamaría, Caldas (1974)

El capitán Jaime Duque Grisales nació en Villamaría, Caldas, en 1917. Sus paisanos dicen que venía de una familia humilde y que incluso iba a la escuela sin zapatos. A puro pulso logró entrar a la fuerza aérea, donde se convirtió en instructor y jefe de pilotos de la aerolínea SCADTA, conocida hoy como Avianca.

Duque fue el primer piloto colombiano en hacer un vuelo trasatlántico entre América y Europa, a bordo de un avión DC-9 que salió desde el antiguo aeropuerto de Manizales. Cuentan que el capitán acumuló una fortuna tan inmensa que quiso compartirla con su pueblo natal dándole varios regalos: un palacio municipal, la estación de bomberos, una fundación para niños de escasos recursos y el parque temático Jaime Duque, que estuvo a punto de hacerse en el barrio La Pradera del municipio de Villamaría pero terminó construyéndose en Tocancipá, Cundinamarca.

Juan Pablo Jaramillo, jefe de patrimonio de Villamaría, cuenta que en los años 70 el concejo municipal se opuso rotundamente a los planes del piloto de construir un parque con zoológico y lago a bordo, bajo el argumento de que el capitán se adueñaría del pueblo, teniendo en cuenta que ya tenía en su haber la mitad de los terrenos urbanos del municipio.

Después de varios “ires y venires”, los concejales se salieron con la suya sin importar la manifestación que hicieron más de mil habitantes a favor del proyecto, en una caravana que salió desde el parque central hasta el barrio La Pradera, de la que no quedó sino esta fotografía tomada en 1974. El capitán Jaime Duque prometió no volver a pisar Villamaría y hasta el día de su muerte lo cumplió. Sus más allegados cuentan que, condenado al ostracismo, cuando enterró a su mamá en Manizales, el capitán lloraba mientras miraba de reojo hacia Villamaría en plena procesión mortuoria.

Hoy, en el parque central del municipio hay un busto suyo que se esculpió como homenaje a los 100 años de su natalicio. Muchos abuelos de Villamaría se hicieron profesionales gracias a las becas que él les dio. Lo adoraban entrañablemente. El capitán murió en el 2007 en Tocancipá, donde hizo realidad su parque temático inaugurado en 1983.