El Cerro de la Gloria se encuentra ubicado en el Parque General San Martín. Se llega a este cerro por un camino sinuoso y empinado, totalmente asfaltado. Antiguamente denominado "Cerro del Pilar", cambió de nombre al colocarse en su cima el Monumento Nacional al Ejército de los Andes.
El monumento conmemora el Cruce de los Andes por dicho ejército al mando del General Don José de San Martín para liberar Chile y Perú y asegurar la independencia Argentina. Fue realizado por el escultor uruguayo Juan M. Ferrari, e inaugurado en 1914.
El monumento se realizó en bronce con el pedestal hecho en roca. La fundición de las piezas se realizó en un taller particular de Buenos Aires y estuvo a cargo del Ingeniero José María García. Para transportar hasta el cerro los grandes bloques de materiales que requería la obra escultórica, se tendió un ramal ferroviario de trocha angosta que partía desde la estación de Mendoza, avanzaba por prolongación Las Heras y se dirigía hasta su destino final.
Sobre la base, se levanta el cuerpo de sustentación realizado en roca para sugerir un pico escarpado.
En el frente y separado de este cuerpo, se encuentra la estatua ecuestre de San Martín, quien con los brazos cruzados sobre el pecho en actitud meditativa mira hacia el infinito, y su capote tiene el movimiento que seguramente le diera el viento de la cordillera.
Detrás de esta estatua, y formando parte ya del cuerpo del monumento, aparece un grupo de granaderos a caballo, tres a cada lado, que introducen los frisos colocados en las caras laterales, los cuales representan distintos momentos de la epopeya sanmartiniana. En la cara este, se observa la maestranza en plena labor: los carpinteros aserran y tornean maderas, los fundidores elaboran pernos y cadenas, los herreros forjan sobre los yunques el hierro encendido, destacándose el musculoso herrero del extremo izquierdo y la figura de Fray Luis Beltrán, que da directivas a un grupo de hombres. En el costado sur, el relieve de bronce representa a las Damas de Mendoza entregando sus joyas para los fondos de la expedición y a los humildes donando múltiples implementos.
A continuación y al oeste, se observa la partida del Ejército de Los Andes a Chile que, presidido por el General San Martín, se pone en marcha hacia los contrafuertes andinos mientras el pueblo lo vitorea. La artillería es tirada por bueyes, los cuales, y al igual que las mulas cargadas, aparecen en mayor relieve y dan fuerza a la escena.
Estos cuadros metálicos revelan que para su realización, Ferrari hizo un estudio detenido y minucioso de las costumbres de la época sanmartiniana, por ejemplo de los vestidos, armas y aperos usados en estas regiones.
No descuidó ningún detalle, se hizo enseñar por los viejos arrieros los modos de atalajar las mulas cargueras, a las cuales se les cubría la cabeza con un lienzo para que no despidieran el bagaje. Como coronación del monumento y en el centro del cuerpo de sustentación se levanta un grupo de hombres y caballos que al toque de Clarín, atacan furiosamente al enemigo. De entre el tropel surge la libertad representada por la diosa clásica, con los brazos levantados, que tiene en sus manos las cadenas rotas que simbolizan la independencia.
Desde su inauguración, se han efectuado numerosas refacciones en el Cerro de la Gloria como, por ejemplo, la eliminación de la balaustrada y las columnas que rodeaban a la obra escultórica, el ensanchamiento de la playa de acceso, etc. En 1940 se dispuso erigir un ofrendatorio lateral para exhibir las placas conmemorativas, dejando al pie del monumento solo la inscripción: 'La Patria al Ejercito de Los Andes.
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